Managua, Nicaragua.- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha acusado nuevamente a los ministros católicos en el país centroamericano de 'fariseos' por haber participado en la mediación social tras la represión de las protestas del 2018.
Las críticas fueron hechas el pasado 30 de julio durante la conmemoración del 42 aniversario de fundación de la Fuerza Aérea del Ejército de Nicaragua, Ortega volvió a reclamar por las protestas nacionales que buscaban reformas al sistema de seguro social hace tres años.
"Dios nos ha dado fortaleza para tener la paciencia de Job... crímenes que se estaban cometiendo [las protestas], eran también bendecidos igual que en tiempos de la colonia", dijo Ortega.
"Ellos fueron los que se exiliaron, y cada día se exilian más. Fueron unos fariseos. Cristo los llamó fariseos cuando los encontró en el templo y los sacó a latigazos y los fariseos no han desaparecido, ahí andan vestidos elegantes y hablando como que fuesen unos santos. No tienen ningún respeto a Cristo, ningún respeto a Dios", criticó el presidente.
La tensión política también se ha expresado en otros órdenes de gobierno. En la Alcaldía de Managua, capital de la nación, el ayuntamiento ha organizado la celebración de la fiesta de Santo Domingo de Guzmán, sin la bendición ni participación de los ministros católicos. El cardenal Leopoldo Brenes ha suspendido los actos para evitar concentración multitudinaria de fieles pero el municipio continua con el plan de una feria local.
Analistas locales apuntan que las críticas del presidente de Nicaragua animan actos de represión contra diversos líderes opositores, defensores de derechos humanos, periodistas y empresarios. El 7 de noviembre habrá elecciones generales en las que Ortega, que se mantiene en el poder desde 2007, buscará reelegirse por un nuevo periodo.
Brenes considera que ante la 'desobediencia' de los ministros es posible que el gobierno de Ortega aumente las represalias contra la Iglesia católica; sin embargo, afirmó: "Si llegan, bienvenidos. Siempre lo vamos a afrontar como ya se afrontó en otras situaciones, ya en los ochentas vivimos situaciones bastante difíciles. El problema es que la Iglesia no está llevada con hombres, la Iglesia está animada por el Espíritu Santo. Nosotros seguimos adelante".
Por su parte, el obispo de Matagalpa, Rolando José Álvarez, también consideró que los actos del gobierno de Ortega "no abonan a la paz que tanto anhelan los nicaragüenses".
Sobre los comicios del 7 de noviembre, José Álvarez señaló que "el pueblo está convencido que la solución a la crisis social, política, económica y sanitaria, el cambio en la sociedad, para lograr una nueva Nicaragua, pasa ineludible e imprescindiblemente por la vía cívica de elecciones creíbles y en igualdad de oportunidades para todos los partidos que vayan a competir".
Respecto al conflicto anunciado en Managua, el alcalde ha anunciado que se hará cargo de la celebración sin la bendición católica, con una imagen sustituta de Santo Domingo.
La tensión entre el gobierno y la Iglesia católica ha crecido debido a los ataques del presidente Ortega contra obispos y sacerdotes, pero como afirma José Álvarez: "El Miedo no viene de Dios. Vivimos en la libertad de los hijos de Dios, por eso, seguimos adelante con nuestra labor pastoral y nuestra misión evangelizadora y sin miedo". (Con información La Prensa)