Ciudad de México.- En el contexto de su breve estancia en México y ante dignatarios del gobierno mexicano, diplomáticos, eclesiásticos y de la sociedad civil, el secretario de Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher, delineó prioridades políticas y diplomáticas del Vaticano ante tiempos convulsos: "Que ninguna nación, ningún pueblo ni ningún clamor de los pobres sea ignorado".
El representante de la Secretaría de Estado del Vaticano destacó la confianza del papa León XIV en un "multilateralismo" que no se refugia en "burocracias abstractas" ante los temas urgentes globales como la migración, la promoción de los derechos humanos y la estabilidad geopolítica y regional.
Aseguró que el pontífice norteamericano inició su ministerio petrino "con un corazón abierto a todos los pueblos y con la mirada fija en la justicia, la reconciliación y la paz"; y que para ello cuenta con el servicio que desempeña la Iglesia católica en el diálogo internacional, el
compromiso humanitario y la diplomacia moral".
El arzobispo participó en la primera 'Fiesta del Papa' del pontificado León XIV en la Nunciatura Apostólica en México, organizada por el nuncio Joseph Spiteri. Ante representantes diplomáticos y el embajador Octavio Tripp Villanueva, director general para Europa de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Gallagher enfatizó en su discurso el alto servicio de cooperación internacional que la Santa Sede ofrece a todos los pueblos y todas las naciones, especialmente con México:
"La Santa Sede reafirma su compromiso de colaborar con el gobierno y el pueblo de México sobre la base del respeto mutuo, los valores compartidos y la búsqueda común de la paz". Recordó el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 1992 y su evolución hacia "lazos más transparentes y fructíferos".
El enviado papal también hizo hincapié en la imbricación entre la identidad nacional y la fe en México: "Hablar de la Iglesia en México es hablar de siglos de fe vivida, cultura y testimonio", refirió; y aunque respaldó explícitamente la política exterior mexicana: "México ha desempeñado un papel clave en la promoción del diálogo y la paz en América Latina. La Santa Sede reconoce y apoya estos esfuerzos"; también identificó áreas de colaboración urgente: la defensa de "pobres, migrantes, indígenas, víctimas de la violencia y todos aquellos en las periferias".
Gallagher no matizó las problemáticas a las que se enfrenta México: "Las heridas causadas por el crimen organizado, la corrupción y la desigualdad económica son reales". Ante esto, propuso la doctrina social católica como guía: "La Iglesia abogará por dignidad humana, subsidiariedad, solidaridad y bien común [...] en tiempos de polarización".
También destacó "la resiliencia del pueblo" de México ante sus problemáticas; e indicó que la actitud de la Iglesia católica en este contexto no debe abrazar sentimientos ni de dominación ni de imposición sino "caminar junto a la sociedad civil y el Estado mexicano" mediante el servicio y el acompañamiento:
"La Iglesia debe caminar junto a la sociedad civil y al Estado: no para dominar, sino para servir; no para imponer, sino para acompañar [...] se pueden abrir canales de paz y cooperación; se pueden abordar las crisis antes de que se conviertan en catástrofes".
Gallagher concluyó su mensaje recobrando las orientaciones del papa Francisco, continuadas por el papa León XIV: "La Iglesia busca promover una cultura del encuentro, un enfoque que prioriza la escucha" y aseguró que cuando se pone atención a "las experiencias de quienes sufren, los desplazados y los explotados, los migrantes y los familiares de los desaparecidos" entonces "comenzamos a ver el rostro de Cristo en ellos".
Hizo preces para que la política no se ejerza como "un acto de poder, sino como un acto de justicia". Y reconoció que la Iglesia en México "no ha sido perfecta, pero ha perseverado, con el pueblo y para el pueblo"; por ello invitó a los creyentes a redoblar un esfuerzo colaborativo, propositivo y cooperativo del gobierno, las comunidades y la sociedad civil para forjar un camino digno de la dignidad humana.
250725-Nunciatura en México- Discurso S.E. Mons. Paul Richard Gallagher