Ciudad de México.- Desde el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, Paul Richard Gallagher, secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, hizo un reconocimiento de las expresiones de la fe católica y guadalupana del pueblo mexicano en diferentes épocas y ante las más adversas circunstancias.
El arzobispo destacó que las manifestaciones de la fe en México, en perspectiva histórica, no han sido "gritos de odio, sino de esperanza. Esperanza de que ningún régimen terrenal pudiera extinguir la llama de la fe encendida por Nuestra Señora de Guadalupe".
Gallagher, representante del papa León XIV, reconoció que el santuario guadalupano "no es solo un lugar de memoria, sino también una estación misionera".
Explicó que, desde la perspectiva pastoral de la Iglesia católica, el mensaje de Guadalupe es un llamado vigente para "honrar a Dios, amar al prójimo, proteger la vida, servir a los pobres, acoger al migrante y ser una Iglesia que sea hospital de campaña, en palabras del papa Francisco, ofreciendo misericordia, sanación y esperanza".
Gallagher enumeró desafíos actuales para el pueblo mexicano: "migración, violencia, criminalidad, indiferencia religiosa, pobreza, degradación ecológica y un creciente vacío espiritual". Ante esto, propuso como punto de partida esencial recuperar "un corazón que realmente escuche a Dios" y la "capacidad de orar con sinceridad", alejándose de la oración "mecánicamente, o solo en momentos de crisis".
Retomando la figura de Guadalupe, Gallagher señaló que ella enseña a orar "con su presencia, invitándonos a ser pequeños, a tener confianza". Vinculó esto con la petición del Padrenuestro: "perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Reconoció la dificultad: "Son palabras fáciles de decir, pero difíciles de vivir".
Sin embargo, afirmó que "el perdón es el primer paso para sanar tantos males", contrastándolo con el "deseo de venganza" que puede generar la violencia. Citó el modelo supremo: "desde la cruz, oró por quienes lo mataban".
Gallagher reafirmó el papel continental de Guadalupe: "Nuestra Señora de Guadalupe no solo es Madre de México. Es Madre de las Américas. Madre de todos. Une lo que el mundo intenta dividir".
En un contexto de "fragmentación" y "barreras", instó a que "el mensaje de Guadalupe brille de nuevo". Concluyó que la Iglesia en México está llamada "no solo a defender la fe, sino a vivirla proféticamente", siendo un "signo radical de unidad, justicia, paz y perdón, arraigado en la oración".
250727-Nunciatura en México-Homilía S.E. Mons. Paul R. Gallagher en la Basílica de Guadalupe