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'Nos dimos cuenta que éramos una Iglesia de puertas cerradas': obispos de Argentina

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Buenos Aires, Argentina.- La Conferencia Episcopal Argentina envió su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2020 que se celebra este 24 de mayo, en la carta expresan: "Nos dimos cuenta de que éramos una Iglesia con puertas cerradas, mientras que ahora somos una Iglesia más viva que nunca".

Como consigna el documento episcopal, la Iglesia católica en Argentina reconoce que los pastores se encuentran en un lugar privilegiado y que, los obispos, en su papel de comunicadores, deben ser "los primeros misioneros que tendremos que reajustar nuestras estructuras obsoletas y avanzar".

El mensaje de está firmado por Gabriel Bernardo Barba, arzobispo de Gregorio de Laferrère y presidente de la Comisión de Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Argentina. El obispo enfoca su reflexión en la relación Iglesia, comunicación y pandemia: "El Papa Francisco nos ha propuesto salir, no quedarnos, ir a una misión, salir a conocer a otros, vivir el espíritu de la Iglesia y de manera significativa en este tiempo en el que estamos en cuarentena nos damos cuenta de que todo esto puede hacerse precisamente cambiando las formas y las metodologías".

Barba reconoce que con el coronavirus ha obligado también a sorprenderse a todos los agentes eclesiales de que la Iglesia pueded llegar a muchas más personas "que antes eran más difíciles de alcanzar". "Estamos teniendo una resonancia que no teníamos antes y es un resultado que debemos a los medios que son grandes, poderosos, incluso peligrosos pero sobre todo bendecidos si los usamos como una herramienta simple para anunciar el Evangelio".

En el documento, el arzobispo Barba tambiéne comparte su mirada sobre el futuro: "Vivimos en una fase de confinamiento, con puertas cerradas desde adentro. Esta fase no puede durar toda la vida, pero cuando salgamos, encontraremos una nueva normalidad, una nueva realidad y tendremos que estar un paso adelante para que la Iglesia no pierda la nueva que ha conquistado".

"De hecho, nos dimos cuenta de que éramos una Iglesia con puertas cerradas, mientras que ahora somos una Iglesia más viva que nunca, vemos que el concepto de Iglesia Doméstica ha sido entendida y fortalecida, y que esa gente, aunque no puede acercarse a los Sacramentos todos los días, se ha dado cuenta de que la Iglesia es el verdadero Sacramento de Cristo donde quiera que Jesús esté presente".

Finalmente, el arzobispo exhorta a prevalecer en la ayuda y acompañamiento de aquellos que necesitan otros esfuerzos para llevar el mensaje del Evangelio: "debemos dar espacio a los jóvenes y reflexionar sobre cómo llevar el mensaje sabiendo que Jesús es el centro, es el eje y si Jesús es el centro del mensaje nuestras comunicaciones siempre serán bien apoyadas".