Ciudad del Vaticano.- A través del medio oficial de comunicación de la Santa Sede, VaticanNews, el sacerdote Alejandro Solalinde, director del albergue "Hermanos en el Camino" en Ixtepec, Oaxaca, reveló que los flujos migratorios hacia Estados Unidos han disminuido entre 70% y 80% comparado con años anteriores. El activista pidió a los migrantes que permanezcan en México en medio de estas circunstancias.
"Hablamos con los migrantes y les aconsejamos que se queden en México", afirmó Solalinde, cuya organización opera uno de los 122 centros de acogida para migrantes en el país. Explicó que México "ofrece paz y derechos humanos para todos, así como una protección social mucho mayor que Estados Unidos, donde la asistencia depende exclusivamente de particulares".
El religioso destacó que México "es uno de los pocos países que reconoce a los migrantes como trabajadores internacionales desde 1941". Bajo la Constitución y la ley de inmigración de 2011, los migrantes pueden acceder a "educación, atención médica gratuita, becas y trabajo". Sin embargo, reconoció que los jóvenes en particular "desean obsesivamente ir a Estados Unidos".
Los cruces en la frontera sur de Estados Unidos alcanzaron en 2025 "su nivel más bajo desde principios de la década de 1970", según estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional en Washington. Esta disminución coincide con el inicio de la segunda presidencia de Donald Trump y sus políticas restrictivas.
Solalinde se refirió al contexto político actual: "La presidenta Sheinbaum está bajo mucha presión por parte de Trump". Recordó que la mandataria mexicana "descartó nuevamente la posibilidad de una operación militar estadounidense contra los cárteles de la droga en México" tras ser designados como organizaciones "terroristas" por Washington.
El albergue "Hermanos en el Camino", ubicado en una zona afectada por narcotráfico y trata de personas cerca de las vías del tren "La Bestia", actualmente alberga a 200 migrantes. En más de 20 años de operación, la organización ha ayudado a "cientos de miles de personas de todo el mundo, excepto Oceanía y Europa".
Solalinde, quien vivió años bajo protección policial por su labor, afirmó que los migrantes "son el rostro de Jesús" para él. Abogados que trabajan con su organización señalaron que los riesgos para los migrantes existen "a ambos lados de la frontera", incluyendo trata de personas y tráfico de órganos, haciendo crucial su integración laboral y social.

