Ciudad de México.– La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) presentó su “Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2025”, que analiza el periodo de enero de 2023 a diciembre de 2024. El documento advierte que el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión “no solo está bajo presión. En muchos países está desapareciendo”, declaró Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN.
El estudio, que cubre 196 países, denuncia violaciones graves en 62 naciones. De estas, 24 son clasificadas como de “persecución” y 38 de “discriminación”. Solo Kazajistán y Sri Lanka mostraron mejoras. El informe identifica al autoritarismo como la mayor amenaza global, donde “el control de la fe se ha convertido en una herramienta del poder político”.
México: crimen organizado e impunidad
Aunque la Constitución mexicana garantiza la "libertad de religión", este derecho “se ve gravemente amenazado por la violencia del crimen organizado, la impunidad y la corrupción institucional”, concluyeron los investigadores. El documento detalla asesinatos de sacerdotes, laicos y líderes evangélicos, además de profanaciones y extorsiones contra iglesias.
El informe reporta que México ha pasado a la categoría de “discriminación” debido al “deterioro constante de la seguridad, la ausencia de justicia y el riesgo creciente para quienes defienden la fe y los derechos humanos”. Subraya que “los líderes religiosos se han convertido en defensores de sus comunidades ante la falta de acción estatal”, una postura que “los expone como objetivos del crimen organizado”.
Durante la presentación, la investigadora Marcela Szymanski alertó que “en México matan a los candidatos políticos que no les gustan a los criminales”. Sostuvo que los partidos políticos de izquierda "suelen ser un peligro para la libertad religiosa” porque “orientan a la ciudadanía hacia una sola verdad a costa de amenazas y muerte”.
Amenazas globales: autoritarismo y extremismo
Para ACN, el autoritarismo es el principal motor de represión religiosa. En China, Irán, Eritrea o Nicaragua, los gobiernos aplican “tecnologías de vigilancia masiva, censura digital, legislación restrictiva y detenciones arbitrarias”. El informe denuncia una “burocratización de la represión religiosa” cada vez más sofisticada.
El extremismo islamista se expande en África y Asia. El Sahel es el epicentro de la violencia yihadista, con grupos como el Estado Islámico – Provincia del Sahel (ISSP) que causan “la muerte de cientos de miles, el desplazamiento de millones y la destrucción de cientos de iglesias y escuelas cristianas”. El nacionalismo étnico-religioso impulsa la represión en India y Myanmar.
El crimen organizado como nuevo perseguidor
Sin embargo, el crimen organizado emerge en este informe como un nuevo actor de persecución. En México y Haití, “grupos armados asesinan o secuestran a líderes religiosos o extorsionan parroquias para imponer control territorial”. Los conflictos armados en Myanmar, Ucrania y Sudán han generado una “crisis de desplazamiento silenciosa”.
Finalmente, también Europa y Norteamérica registran un deterioro. En 2023, Francia tuvo cerca de mil ataques a iglesias; Grecia, más de 600 actos de vandalismo. Se documentó un “aumento dramático de actos antisemitas y anti musulmanes” tras la guerra en Gaza. En Francia, los actos antisemitas crecieron también en un mil por ciento.
Una petición global
Ante este panorrama, ACN lanzó por primera vez una petición global para exigir a los gobiernos la protección efectiva del artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. “La libertad religiosa es un derecho humano, no un privilegio”, es el lema de la campaña.
El informe completo está disponible en acninternational.org/religiousfreedomreport/

