Bogotá, Colombia.- Un amplio conjunto de organizaciones eclesiales de América Latina y el Caribe ha dirigido una carta al papa León XIV en la que solicitan una intervención más contundente de la Santa Sede para detener la violencia en Palestina. La misiva, fechada el pasado 18 de septiembre, propone medidas concretas que incluyen desde mecanismos diplomáticos hasta movilizaciones territoriales para abrir rutas humanitarias.
Las entidades firmantes, entre las que destacan el CELAM, la REPAM, CLAMOR, Pax Christi International y el Movimiento Laudato Si’, entre otras, expresan su pleno apoyo al pontífice y subrayan el "tono, la agenda y el alcance profético de sus palabras y de su labor pastoral". No obstante, reclaman mayor visibilidad y impulso en torno a las "cuestiones cruciales de la paz que hoy aquejan al mundo".
"Como usted bien sabe, nuestros pueblos se sienten profundamente identificados con el sufrimiento del pueblo palestino y perciben que su propio futuro también se juega en ese escenario. Es urgente poner fin a la violencia, garantizar ayuda humanitaria y proteger a todas las personas, en conformidad con el derecho internacional".
250918-CELAM et al. - Carta al Santo Padre León XIV
La solicitud para organizar una respuesta internacional coordinada, incluyen varias sugerencias al pontífice: Convocar a una Jornada Mundial e Interreligiosa por la Paz; impulsar una resolución humanitaria desde el Estado Vaticano para superar vetos en el Consejo de Seguridad de la ONU; integrar un colectivo eclesial y laical dispuesto a movilizarse en territorio para abrir rutas de ayuda humanitaria; y realizar un Viacrucis en la Plaza de San Pedro con los 14 Misterios Dolorosos actuales.
Estas iniciativas, aseguran, "buscan fortalecer la presencia eclesial en todos los niveles y podrían activarse a partir del 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz".
Por su parte, las organizaciones se ofrecen a: "Sumar nuestra voz y nuestro apoyo a toda propuesta e iniciativa de acción pacífica global —sea eclesial, interreligiosa, ecuménica o civil— que contribuya a sumarnos visiblemente al clamor de paz para transformar la correlación de fuerzas hoy necesarias para detener esta violencia masiva, inusual, impune y cruel, ya caracterizada como genocida".
La carta se enmarca en los esfuerzos internacionales para aplicar el mecanismo "Uniting for Peace" en la 80ª Asamblea General de la ONU, que permitiría a la Asamblea General actuar ante la parálisis del Consejo de Seguridad. Las organizaciones consideran que la Iglesia y el Estado Vaticano pueden desempeñar un papel crucial en esta iniciativa.
Entre las entidades firmantes se encuentran algunas de las redes eclesiales más influyentes de la región, como la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), la Red Eclesial Justicia y Paz en la Patria Grande, y el Servicios y Asesoría para la Paz (SERAPAZ), lo que confiere a la carta un peso significativo dentro del mundo católico latinoamericano.
El documento concluye con un llamado directo al Papa: "Santo Padre, Su palabra puede despertar conciencias, impulsar a los responsables políticos y sostener la esperanza de quienes hoy sufren la guerra y la injusticia".
Esta iniciativa representa uno de los esfuerzos más coordinados de la sociedad civil eclesial latinoamericana para influir en la política internacional vaticana en favor de la paz en Palestina.