Ciudad del Vaticano.- Finalmente el hombre cercano al papa emérito, el arzobispo Geroge Gänswein, ha declarado que Benedicto XVI sufre de una afección en la piel que le provocó graves dolores; la cual, sin embargo, se encuentra bajo atención y en sensible mejoría.
"La afección está remitiendo y él está mejorando", aseguró Gänswein durante un evento cultural en la Selva Negra alemana el fin de semana pasado.
El arzobispo comentó que el papa Ratzinger sufre de una erupción cutánea en el rostro producida por una infección bacteriana, la cual le producía 'grandes dolores': "Dolores que no le desearía ni a mi peor enemigo", confesó Gänswein. Por fortuna, los médicos ya han reducido la medicación al Papa emérito debido a una mejoría en su condición.
Gänswein compartió el comentario con el informativo Süddeustche Zeitung y aseguró que la infección y los dolores comenzaron en el pontífice emérito tras la visita que hiciera a su hermano George Ratzinger en Ratisbona antes de que éste falleciera.
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Benedicto XVI, de 93 años, renunció al papado en febrero del 2013 y se mantiene recluido en un monasterio dentro de la Ciudad del Vaticano; en los últimos meses se ha especulado mucho sobre su estado de salud. El propio Gänswein ha debido responder ante las publicaciones que especulan con la salud del Papa emérito. Apenas siete días atrás, el arzobispo enfatizó que la enfermedad de Benedicto XVI no era grave y criticó los titulares de la prensa amarillista. (Con información Kath.net)