Nunca había leído a Stephen King. Tenía mis razones. Para mí, muy válidas. Mi hija Alicia, quien heredará la gran mayoría de los libros puestos en mis libreros, me había comentado al margen que lo leyera. Es de sus favoritos. Pero me resistía.
Hace muchísimos años, siendo yo apenas un adolescente introvertido pero inquieto, había ido con quiénsabequien a ver Cujo. Me dejó impactado. Cujo fue primero un libro escrito por Stephen King, que nunca he leído; luego, alguien le dio por hacerlo película. El resultado fue un éxito. La trama consiste en que una madre de familia y su hijo viajan en un auto, que se avería en un lugar solitario y cuyo único habitante es un perro de raza san bernardo y está rabioso. La película es estrujante.
Más tarde, vi Carrie. No sé por qué la vi y no recuerdo con quién fui, pero fui. Solo eso.
Ya entrado en el vaivén de las tramas de King, traté de ver los estrenos que se sucedían a lo largo de mi adolescencia, que luego se convirtió en mi primera juventud. El resplandor, Misery, Los hijos del maíz, Cuenta conmigo… Todos ellas, bien contadas y según me dicen bien llevadas del libro al cine. Hasta que llegó It.
It es otra cosa. Me refiero a la primera versión, la original, porque la segunda no me gustó y no la pienso volver a ver. Pero la primera…
It es tierna hasta que aparece el terror, y el terror es en serio terror. La película es tan larga como el terror mismo. Sí, ya sé, en dos frases con 24 palabras repetí cuatro veces la palabra terror, o sea el 16% de las palabras… pero es que en serio es terror. Agréguenle otras veces la palabra terror.
Así que para mí, Stephen King era un escritor, bueno, pero para hacer libros que se llevaran al cine, y no un escritor por el puro placer de ser escritor. Para mí, aclaro. Así que me daba igual que aparecieran como hormigas tantos libros de King.
Hasta que llegó mi recién cumpleaños. Aparece Dora y me regala Si te gusta la oscuridad.
Dora es una extraordinaria mujer, con un pequeñísimo detalle: no conoce tan bien mis gustos literarios como yo. Pero esto se debe principalmente a mí y mis extraños gustos literarios, que lo mismo apetece leer a Ibargüengoitia que a la extraordinaria Tamaro y que luego se entretiene con José Luis Cortés y pasa las profundidades de Ratzinger e inmediatamente se ríe a carcajada abierta con el sueco Jonnason.
Me quedé con que Dora me regalo Si te gusta la oscuridad. Era un compromiso, pero me encantó el reto. Lo dejé para vacaciones.
Lo comencé una tarde de descanso de convalecencia de una cirugía. En realidad es un libro con doce relatos, unos más cortos que otros y uno en particular que ocupa casi la cuarta parte del extenso libro, y que vale la pena leerlo de corrido. Según las películas que he visto, todos los relatos llevan el sello de King. Suspenso, terror, trama sencilla, pocos personajes, un hilo conductor, fáciles de entender.
Le avancé bastantes páginas antes de irme a Guadalajara, esperando que allá tuviera tiempo de avanzarle. Pero Alicia tenía otros planes. Las hijas hacen que los padres hagan lo que no planeaban hacer. Me llevó a visitar la Librería Carlos Fuentes, que yo no conocía. Ni ella. Me quedé maravillado. Una mañana inolvidable. Salí con media docena de libros.
No tuve tiempo para King.
De regreso, me fui a Nuevo Casas Grandes. La única noche que pasé allá fue para Si te gusta la oscuridad. Dos relatos más. Extraordinarios. Cortos. Suspenso más que terror. Me agradó la sencillez. Bien contados, palabras precisas, apenas con adornos, se va uno como lector de corridito con la historia. Gratos sabores. Casi a media noche tuve que apagar la luz, ya que el día siguiente estaba cargadito de trabajo. Feliz con lo que hice ese martes 12. No estoy para platicarles de ello. Sepan que me gustó, junto con la convivencia y la comida… y los duraznos, que son deliciosos.
Al regreso, solo me faltaba el último relato. Lo dejé para el jueves. El Hombre Respuesta. Una narración que me gustó pero me desilusionó el final. La historia es estupenda, la redacción impoluta, pocos personajes y bien trazados, el compás del ritmo en que es contada es preciso, pero el final no me dijo nada.
Me quedo con que Si te gusta la oscuridad es un buen libro. Doce relatos al estilo King. Para sus fieles lectores, como Alicia, será un libro en que se regodeen en sus historias. Para sus detractores, 700 páginas desperdiciadas. Para muchos lectores que aman leer, como yo, será un buen libro para aligerar el peso después de leer a Sicilia, por ejemplo, o a Jean Meyer con su Cristiada, o a Spinoza…
Dora, que no conoce tanto mis gustos literarios como yo, atinó. Es que es una extraordinaria mujer.
Nos leemos la próxima. Repuestos de unas inmerecidas pero necesarias vacaciones. ¡Hay vida!