Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco ha hecho un llamado para que todas las dimensiones sociales del Líbano y la comunidad internacional auxilien al pueblo que ha sido afectado por las explosiones y los trágicos acontecimientos acontecidos en el puerto de Beirut ayer 4 de agosto.
El pontífice envió un saludo especial y su oración por el pueblo libanés durante la Audiencia General del miércoles. Rezó en primer lugar por las víctimas y sus familias, pensando en las docenas de muertos y miles de heridos. "Luego extendió su mirada a todo el país, lanzando un llamamiento a todos los componentes sociales, políticos y religiosos para que trabajen juntos a fin de que el Líbano pueda superar esta crisis", apunta el sitio de información VaticanNews.
Ayer en Beirut, en la zona portuaria, enormes explosiones causaron docenas de muertos y miles de heridos, y muchas destrucciones graves. Rezamos por las víctimas y sus familias; y rezamos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda afrontar este trágico y doloroso momento y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que atraviesa.
La tragedia ocurrió el martes 4 de agosto por la tarde en el puerto de Beirut, capital del Líbano. Al parecer un centro de almacenaje de percutores explosivos provocó la conflagración que se escuchó a doscientos kilómetros de distancia. Según reportaron medios locales, en la zona cero de la explosión hay edificios enteros derrumbados, decenas de coches y casas dañados en muchos barrios de la capital. Al momento, las autoridades mantienen una actualización permanente de las víctimas que ya superan el centenar de bajas; sin embargo, el número de heridos supera los cuatro mil afectados, muchos de los cuales aún se debaten entre la vida y la muerte.
Según la versión oficial comunicada directamente por el presidente del Líbano, Michel Aoun, la explosión pudo haber sido causada por un incendio en un almacén del puerto donde se almacenaban 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio, incautado seis años atrás a un barco. Las investigaciones están en curso y no se pueden descartar otras hipótesis por el momento.
En la nación libanesa existe la preocupación por las consecuencias a corto y mediano plazo de la explosión; el titular del ministerio de Salud libanés, Hamad Hasan, aconsejó a la población a abandonar Beirut. Hasan afirma que los materiales y gasaes liberados en el aire después de las deflagraciones podrían ser peligrosos y tener efectos a largo plazo, incluso fatales.
No es la primera vez que el Papa pone su pensamiento, oraciones y auxilio humanitario en el pueblo libanés, recientemente dirigió un apoyo económico ante la crisis económica y social, agravada por la pandemia de Covid-19. Se trató de una donación de 200 mil dólares a la Nunciatura Apostólica de Harissa para apoyar 400 becas en el país de oriente medio, afectado por "una grave crisis que está generando sufrimiento, pobreza y que corre el riesgo de robar la esperanza especialmente a las generaciones más jóvenes, que ven su presente como fatigoso y su futuro incierto".