Washington DC, EU.- El sacerdote retirado, abogado y columnista en National Catholic Reporter, Peter Daly, decidió retirar su membresía y apoyo a la organización católica Caballeros de Colón de la cual formó parte durante 33 años debido a que, según sus propias palabras, “el Consejo Supremo metió a los Caballeros a una campaña partidista en un momento de crisis en nuestra nación”.

Daly, quien recibió el Cuarto Grado de Caballero de Cuarto Grado también fue capellán de consejos locales y egresado de la Escuela de Leyes de Colón, fundada por la organización: “Pero ahora, estoy harto, renuncio”.

El religioso acusa en su columna que el Consejo Supremo “politizó a la orden y tomó bando por el fanatismo racial y la violación de los derechos humanos y constitucionales de los ciudadanos norteamericanos”. El episodio al que se refiere Daly sucedió el 2 de junio pasado cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa visitaron el santuario nacional a San Juan Pablo II invitados por los Caballeros de Colón.

Para Daly, el acto fue motivado por los intereses de contienda electoral del presidente Trump rumbo a la reelección y lamenta que, un día antes de la “foto católica” con la efigie de uno de los santos más queridos del catolicismo, el propio mandatario autorizara el uso de la violencia para disolver protestas pacíficas en Lafayette Square para tomarse su “foto evangélica” con la Biblia.

Daly se solidarizó con el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, quien calificó como “una atroz manipulación” el acto del presidente norteamericano en instalaciones de la Iglesia católica. Para el religioso, el arzobispo ahora está “bajo ataque” desde grupos católicos de derecha como LifeSiteNews o Church Militant.

“[El arzobispo] debería considerar estos ataques una medalla de honor pues estas personas son las que obsesivamente atacan al papa Francisco”.

Daly acusa directamente al presidente del consejo supremo, Carl Anderson, y el modelo corporativo y económico de la organización católica:

“En mi opinión, los Caballeros de Colón ya no son esa pequeña fraternidad de asistencia social fundada por Michael McGivney en el siglo XIX; ahora es una gran y acaudalada corporación que busca ser un actor en la escena política norteamericana”.

“No seré arrastrado hacia una campaña política a favor de Trump, quien considero un racista que viola la constitución de los Estados Unidos… por ello, renuncio”, escribe Daly.