La Paz, Bolivia.- Luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (CIEI) presentaran sus respectivos informes sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el golpe de estado y la crisis política en el país boliviano en 2019; la Iglesia católica local propuso la realización de una Cumbre Nacional para la Reforma Judicial con la finalidad de que "haya un espacio de diálogo y de encuentro para diseñar una reestructuración del sistema judicial en Bolivia".
Los organismos externos a la nación así como la oposición del actual gobierno democrático en Bolivia acusan a autoridades políticas de tener injerencia en el sistema de elección popular de jueces y magistrados; y, por tanto, que la acción de la justicia sea utilizada bajo intereses políticos.
Ante esta nueva tensión en la nación sudamericana, el presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Ricardo Centellas, propuso el 26 de agosto pasado la organización de una cumbre nacional para que se pueda hacer posible una reforma judicial: "La Iglesia -ofrece el obispo- puede acompañar el proceso de un cambio en el sistema judicial, en el caso de que se diera".
Para el presidente del colegio de obispos bolivianos, la elección de autoridades judiciales en el país a través del voto popular, no ha dado muestras de generar un cambio positivo en la justicia social: "Con el correr de los años -aclaró Centellas- nos hemos dado cuenta de que esto no funciona, porque la justicia no ha cambiado... Entonces se tendrán que buscar otras alternativas para que realmente exista una justicia totalmente independiente".
La oferta de la Iglesia católica para participar en la reconciliación y transformación del país se da en medio de una nueva tensión política derivada de la crítica de la oposición sobre el presunto 'sometimiento' de jueces y fiscales a los intereses del gobierno en turno.