Washington, EU.- La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha confirmado la dimisión del secretario general del colegio episcopal, Jeffrey Burrill, quien apenas había sido electo para dicha responsabilidad en noviembre pasado.
El propio presidente de la USCCB y arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, dio la noticia sin ambigüedad: "Con tristeza les informo de que Jeffrey Burrill ha dimitido como secretario general de la Conferencia... El lunes nos enteramos de inminentes informes de los medios de comunicación, que alegaban un posible comportamiento inadecuado por parte de Burrill".
Dichos informes periodísticos fueron trabajados e investigados por el medio de comunicación católico The Pillar, cuyos editores acusaron al sacerdote Jeffrey Burrill de utilizar aplicaciones digitales telefónicas para citas con hombres homosexuales.
Burril es un sacerdote de la Diócesis de La Crosse, Winsconsin, y tras su elección como Secretario General se convirtió en el ministro católico de más alto rango en Estados Unidos después de los obispos. Entre las funciones de Burril en la Secretaría General de la USCCB, se encontraba la conducción y coordinación de los trabajos institucionales de las diócesis norteamericanas frente a los casos de escándalo y abuso sexual.
El propio medio católico ha calificado estas acciones de Burrill como 'conducta sexual inapropiada' y dejó entrever su preocupación por potenciales actos de abuso sexual contra menores; sin embargo, la comunicación oficial de la Conferencia episcopal norteamericana afirma que, hasta el momento, no hay evidencia alguna que relacione al ex-secretario general con actos pecaminosos derivados del uso de la aplicación digital de citas gay.
El arzobispo Gómez afirmó que los datos de la investigación que han llegado a manos de la USCCB "no incluye acusaciones de mala conducta con menores. No obstante, para evitar convertirse en una distracción para las operaciones y el trabajo en curso de la Conferencia, ha renunciado con vigencia inmediata".
Según informó el medio católico, luego de publicar la investigación, ofreció a la conferencia episcopal todas las evidencias que incriminaban al sacerdote para que los obispos tomaran cartas en el asunto.
Las pruebas presentadas demostraron que el sacerdote visitó bares gay, baños saunas en Las Vegas y acudió a ciertas residencias privadas mientras se dejaba guiar por la aplicación 'Grindr', entre 2018 y 2020. Los datos de conexión del ministro revelaron que hacía uso de esta aplicación de citas gay mientras realizaba viajes oficiales para la conferencia episcopal.
Existe, sin embargo, una controversia con la investigación de The Pillar pues, el seguimiento de Burrill se realizó con códigos cifrados que el sacerdote tenía en la aplicación y triangulados con su número de celular personal. El medio asegura que obtuvo los datos de proveedores externos y que fueron corroborados por una consultora independiente; pero no se aclara de qué manera consigueron el código identificador entre la aplicación Grindr y el teléfono particular del sacerdote. Una cuestión que podría haber supuesto una violación a la protección de datos personales.
Por lo pronto, tras la dimisión de Burrill ya se ha designado a Michael Fuller, exsecreterario general, a atender las labores de la oficina episcopal. (Con información The Pillar)