Ciudad del Vaticano.- El próximo 7 de junio, Giorgio Marengo -prefecto apostólico de Ulán Bator, capital de Mongolia- cumplirá 48 años. Será el cardenal católico más jóven de la era contemporánea nombrado por el papa Francisco este mayo del 2022.
El Papa celebrará su octavo consistorio público con la creación de 21 nuevos cardenales y, sin duda alguna, destacará la figura del misionero enviado a la capital mongola como prefecto y ordenado obispo hace menos de dos años.
Giorgio Marengo es originario de Cuneo, Italia; el 24 de junio del año 2000 profesó en el Instituto de Misioneros de la Consolata y antes de cumplir los 27 años fue ordenado sacerdote en la iglesia dedicada al santo fundador Giuseppe Allamano en Turín. Veintinún años más tarde fue ordenado obispo por el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto del dicasterio de la Evangelización de los Pueblos, también en Turín, pero ahora en la iglesia dedicada a la Consolata.
Marengo fue elevado como prefecto apostólico en Ulán Baton, ciudad a la que llegó en 2003 como misionero. Los reportes de la congregación afirman que el misionero convivió y atendió la dimensión espiritual de una pequeña comunidad cristiana (mil 400 personas y ocho parroquias) en la localidad de Alvaiheer, región de Uvurkhangai, a casi 500 kilómetros de la capital de Mongolia. Según la comunidad cristiana, la evangelización realizada por Marengo así como de otros misioneros, ha conmovido a los nómadas mongoles los cuales paulatinamente se integran a las celebraciones cristianas centrales.
"[Aquí en Mongolia] es una aventura muy bella e interesante, guiada por el Espíritu, como en los primeros siglos de la Iglesia", ha declarado Marengo.
Lo que se sabe es que, tras el fin del régimen comunista, la nación ha comenzado a tener más tolerancia con las expresiones religiosas. Como sea, la presencia de católicos en esta nación de Asia Central apenas alcanza el 2% de los cristianos en el país. Cuentan que, para la bendición y consagración de la Catedral de San Pedro y San Pablo en la capital mongola, apenas se contó con la presencia de 150 feligreses. Es por ello que la región no cuenta con la figura de obispo o arzobispo sino de un prefecto apostólico que lidera los trabajos de apenas 50 misioneros que se enfocan principalmente en la catequesis y la acción social.
En agosto, cuando Marengo tenga 48 años de edad será el purpurado más joven del colegio cardenalicio. De los cardenales electores (menores de 80 años) apenas cinco tienen menos de 60 años. De hecho, Marengo está entre los 50 obispos más jóvenes del mundo, incluso.