Ciudad de México.- Para ayudar a las familias de escasos recursos durante la emergencia sanitaria, el proyecto Redes Vecinales de Solidaridad -convocado en conjunto por la Conferencia del Episcopado Mexicano y la Compañía de Jesús en México- busca contar con el apoyo del empresariado nacional, en particular del sector de tiendas de autoservicio y distribuidores de alimentos.
El sacerdote Rogelio Narváez, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS-Cáritas Mexicana) explica en entrevista con VCNoticias en qué consiste el proyecto de REVES en parroquia:
“El aislamiento físico causado por la pandemia puede afectar los estados emocionales de las personas, pero también agudizar las carencias en los ingresos familiares. Por ello, vemos necesario crear mecanismos de solidaridad de unos con otros”.
En ese sentido, se ha comenzado el diálogo con líderes y representantes de organismos empresariales, productores, comercializadores y distribuidores de bienes consumibles en México para que se integren en este esfuerzo solidario.
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Organismos empresariales como la Coparmex, ANTAD, USEM y fundaciones con experiencia en asistencia alimentaria y desarrollo comunitario participarían con experiencia e integrando sus plataformas de abasto y comercialización de alimentos.
La finalidad del proyecto es fortalecer la solidaridad comunitaria y que, cuando las necesidades superen la capacidad de apoyo vecinal, sean las organizaciones diocesanas las que -tras recibir donaciones etiquetadas para la adquisición de despensas para las familias- adquieran en los abarroteros locales los alimentos destinados a los hogares vulnerables.
Narváez espera que en breve se implemente un número 01800 de la Caritas Mexicana con un centro de atención telefónica que canalice las necesidades y los servicios. Es decir, tanto para recibir las necesidades de quienes solicitan apoyo como integrar los servicios y donaciones de quienes quieran participar su generosidad.
El proyecto también espera coadyuvar a reducir fenómenos de acaparamiento y abuso en la compra de bienes y alimentos; y, por el contrario, favorecer mecanismos sencillos para que los bienhechores puedan colaborar solidariamente con sus parroquianos, vecinos o con familias en otras regiones menos favorecidas o donde el desabasto ya afecta el consumo de algunas poblaciones. Lo importante será hacer llegar una canasta básica con productos disponibles que ayuden a las personas en necesidad.
Las Redes Vecinales de Solidaridad (REVES) en las parroquias católicas del país podrían además colaborar en monitorear la situación de los vecinos en condiciones de vulnerabilidad, de esta manera se puede colaborar a través de un mecanismo de ayuda directa en la satisfacción comunitaria de las necesidades básicas de alimentación, medicamentos, información y seguridad.
“El proyecto es la conjunción de dos conceptos: la reconstrucción del tejido social, un servicio que realiza con mucha experiencia la Compañía de Jesús, y la articulación de la pastoral social que se realiza en las diócesis y parroquias de México”, explica Narváez.
Los religiosos jesuitas realizan y coordinarán el trabajo de construcción de tejido social en tres estados (Michoacán, Guanajuato y Nuevo León) y en el resto de las entidades se buscará que sean los propios obispos y diócesis quienes emprendan este esfuerzo de coordinación desde su Cáritas local y sus organismos de pastoral social en las regiones del país.
El sacerdote Narváez considera que este proyecto está soportado en la estructura ya existente de la Iglesia católica en todo México (diócesis, vicarías, decanatos, parroquias y capillas) y que puede ser articulada en modelos de comunicación e información para atender a las personas más vulnerables de las colonias, poblados y rancherías.
Al momento CEPS-Cáritas cuenta con personal capacitado que, a su vez, ya replica la formación que solicitan las diócesis, para que también estas capaciten a núcleos de servicio en sus parroquias.
“A nivel social se puede articular el trabajo del jefe de manzana, con un número de teléfono que tengan las personas del perímetro que les corresponda, ese es el enlace vecinal; luego, casi todas las parroquias están sectorizadas o con capellanías, los enlaces vecinales formarán un segundo grupo y designarán a una persona que ayude a establecer comunicación con la Coordinación Parroquial, ese sería el enlace de sector o de capilla; finalmente, la coordinación parroquial se encargará de monitorear la situación en cada sector y, según los recursos que tenga, hará llegar los apoyos a los enlaces”.
Si fuera necesario, estas coordinaciones parroquiales recibirán y coordinarán la entrega de apoyo de las cáritas diocesanas y de otros organismos para atender emergencias médicas, seguridad, abasto y demás servicios. Es decir, que las REVES parroquiales facilitarán la gestión organizada de los apoyos de programas sociales de gobierno, estructuras de la Iglesia o de organismos solidarios.
CEPS-Caritas Mexicana pone al servicio de las diócesis y organizaciones la asesoría para promover las redes vecinales a nivel parroquial a través de la página www.caritasmexicana.org o en el correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Las REVES de Parroquia serán acompañadas por CEPS-CÁRITAS y se contará con la asesoría de Jesuitas por la Paz.
DESCARGA el Proyecto Redes Vecinales de Solidaridad en Parroquias