Ciudad de México.- La Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano celebró su segundo “Diálogo en la esperanza” virtual con motivo de reflexión científica y espiritual a la pandemia del coronavirus COVID-19 con la participación del rector de la Universidad Pontificia de México y el Director Académico de la Facultad de Medicina de la UPAEP.
El sacerdote Eduardo Corral Merino moderó el diálogo entre el doctor Víctor Manuel Caballero Solano, infectólogo especialista y director académico de la Facultad de Medicina de la UPAEP, y el sacerdote doctor Mario Ángel Flores Ramos, rector de la Universidad Pontificia de México y presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Educación Superior de Inspiración Cristiana.
El doctor Caballero comentó que, el mundo enfrenta una grave crisis sanitaria mundial sin precedentes que impacta la salud, el estilo de vida, la economía, la política, la relación entre los seres humanos: “Tenemos que aprender a vivir con esta nueva forma viral”.
Sobre la realidad de México ante este desafío, el infectólogo apunta: “Nos llega en un momento complejo, estamos en un momento de reestructuración del sistema de salud del estado mexicano. Tiene un menor presupuesto que años anteriores”.
El médico aseguró que el país asiste a grandes retos clínicos, médicos e institucionales: Lograr la confianza de la población, ante el cúmulo de información variada, errónea y que genera desconfianza e incertidumbre; mover a los mexicanos a actitudes de higiene; fomentar la responsabilidad social; y la atención integral de la persona: “No solo somos cuerpo y mente, también somos espíritu”.
Por su parte el doctor Flores Ramos hizo hincapié en el ejemplo que el papa Francisco ha demostrado durante la crisis: “Fue uno de los primeros líderes mundiales en reaccionar correctamente ante el problema y tomarlo en serio. Favoreció el distanciamiento y utilizó los medios de comunicación para estar cerca de todos. Dando un ejemplo, como líder espiritual. Fue el primero que recordó que no bastan las medidas de prevención es necesaria también la oración y él puso el ejemplo”.
El sacerdote también reflexionó sobre la actividad en la caridad que cientos de miles de católicos realizan en estos momentos en favor del prójimo: “La acción social de la Iglesia es un hecho. Esta actitud de la Iglesia no es por emergencia, es una exigencia de la vida cristiana. Naturalmente ante circunstancias especiales esto se ha debido reforzar, pero no sólo como una actitud institucional sino desde el creyente en todos los aspectos, porque debe ser más sensible”.
Tanto el sacerdote como el médico especialista coincidieron en que la ciudadanía está fuertemente llamada a compartir sus dones y su tiempo: “a estar cerca de quienes más lo necesitan. La caridad es una actitud activa en el presente, junto a la fe y la esperanza, es un distintivo de la vida cristiana”, concluyó Flores mientras Caballero sentenció: “Vivimos un llamado a la solidaridad. Las personas aisladas, los adultos mayores, necesitan que les ayudemos. Este es un llamado que hacemos todos para acercarnos a quienes más necesitan. Los que trabajan en el sector salud, quienes hoy enfrentan desde la primera línea, para que podamos acercarnos a apoyarles”.
Los ‘Diálogos en la esperanza’ serán una serie de intervenciones entre personas de fe, ciencia y cultura para digerir la complejidad de las problemáticas contemporánea. Para el sacerdote Corral Merino es importante que la Iglesia participe en provocar una mirada de esperanza, solidaridad y generosidad en la realidad actual.