Ciudad de México.- El gobierno federal y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) avanzan en la definición e implementación de proyectos de construcción de paz y atención a las víctimas de la violencia.
En un documento interno de trabajo de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), presidida por la secretaria Olga Sánchez Cordero, en el que se detalla la “propuesta de colaboración en construcción de paz” con la Conferencia del Episcopado Mexicano se detalla que la Iglesia católica y el gobierno cooperarán para potenciar la vinculación, el fortalecimiento, el intercambio y la implementación directa de proyectos de paz en el país.
Se especifica que este trabajo de colaboración nace por la exhortación del presidente Andrés Manuel López Obrador “para establecer colaboración en materia de cultura de paz y reconstrucción del tejido social”.
Del lado de la Iglesia en México, su punto de partida son los compromisos alcanzados por los obispos mexicanos en la exhortación pastoral “Que en Cristo Nuestra Paz, México tenga Vida Digna” del 2010; y por parte de las autoridades civiles, el marco de trabajo es validado por la Dirección General de Asuntos Religiosos y por el Plan de Desarrollo 2019-2024 donde se marca la ruta de un “nuevo paradigma en materia de paz y seguridad para emprender la construcción de paz”.
El plan de la Iglesia también abarca la necesidad de dialogar y colaborar con autoridades de diferentes niveles de gobierno, con grupos de la sociedad civil, organismos nacionales e internacionales para que aumente el alcance, la calidad en la implementación y la integralidad de su propuesta de pacificación.
La colaboración entre CEM y SEGOB podría concretarse en los siguientes ejes: Cultura de Paz y Educación para la Paz; Acompañamiento a Víctimas de las Violencias; Trabajo focalizado con personas privadas de su libertad y personas en proceso de rehabilitación de adicciones; Diálogo y colaboración en redes para la construcción de la paz; y Colaboración en temas estratégicos en la Construcción de la Paz y la Reconstrucción del Tejido social con grupos religiosos dedicados a dicha labor.
El documento de trabajo prevé cuatro mecanismos de colaboración: Articulación, Fortalecimiento, Implementación Directa e Intercambio.
Sólo en el mecanismo de fortalecimiento se prevé la aportación de recursos económicos a través de convenios de colaboración con organizaciones que cubran los requisitos; además dichos recursos sólo se aplicarían en proyectos de acompañamiento a víctimas, especialmente con mujeres, niños, adolescentes y jóvenes víctimas de las violencias. Su ejecución se realizaría a través de escuelas de perdón y reconciliación.
En el resto de mecanismos la colaboración se limitaría a vincular y fortalecer acciones ya realizadas por la Iglesia mexicana con programas de gobierno y dependencias; identificar en territorios diocesanos los programas o proyectos ya operados por la Unidad de Asuntos Religiosos, Prevención y la Reconstrucción del Tejido Social; y compartir metodologías y buenas prácticas en la construcción de paz.
Adicionalmente, la implementación y evaluación de estas experiencias de colaboración permitirá generar modelos de colaboración entre actores religiosos/gobierno en la construcción de la paz en territorios específicos.
Esta colaboración entre el gobierno de la administración de López Obrador y la Iglesia mexicana estaría basada en una serie de principios rectores: Respeto del estado laico; transparencia y rendición de cuentas; respeto a la dignidad, libertad y autonomía de los beneficiarios de proyectos o programas; proyectos con enfoque de género; protección a niños, niñas y adolescentes; y la no discriminación.
Se propone finalmente una colaboración inicial de dos años con distintas etapas que permitan asegurar la continuidad de las acciones: un diagnóstico de proyectos necesarios, el diseño de indicadores de evaluación de la incidencia; el diseño de proyectos de colaboración; monitoreo; evaluación de resultados y sistematización de la experiencia.
Entre las posibles colaboraciones en el futuro inmediato se encuentran organizaciones sociales como el Consejo Michoacano por la Paz, Escuelas de Perdón y Reconciliación, Grupos de Apoyo a Mujeres, Proyecto de Acompañamiento a Víctimas de Violencia, Atención Psicosocial Juvenil Cantando a los Leones, Casa del Artesano, Brigadas de la Esperanza (salesianos), Laboratorio Nacional para la Construcción de Paz, Proyecto de Atención a Migrantes y Refugiados, Consejo Nacional de Construcción de Paz, Catholic Relief Services, entre otros.