Ciudad de México.- Un joven católico escribió una carta abierta a los sacerdotes después de participar en el Jubileo de los Jóvenes en Roma. Su mensaje se viralizó entre comunidades católicas.
El autor de la carta menciona con gratitud la vocación sacerdotal de la que fue testigo directo en Roma pero expresó una preocupación: algunos sacerdotes jóvenes actúan más como influencers que como pastores.
“Vi sacerdotes dejando la vida por los demás, confesando por horas, durmiendo en el piso con nosotros. Pero también vi a otros preocupados por su imagen”, escribió.
El mensaje fue compartido en grupos parroquiales, redes católicas y cuentas religiosas en Instagram y Telegram. Muchos lo interpretaron como un llamado urgente a la autenticidad de la vocación presbiteral que debe enfocarse en la cura de almas, en el servicio a las heridas físicas y espirituales de su grey.
“No necesitamos padres ‘cool’ cuidando su barba o ropa. Queremos distinguir a un sacerdote desde lejos y ver en él a Cristo”, señaló el joven.
Durante el Jubileo, jóvenes católicos convivieron con clérigos de diversas nacionalidades. Varios de ellos mantuvieron una presencia constante en redes sociales, lo que generó reacciones encontradas.
La carta cuestionó esa presencia cuando va acompañada de actitudes superficiales. “Hay quienes parecen más enfocados en followers que en reflejar a Jesús”, escribió el autor.
En el documento El don de la vocación presbiteral de la Congregación para el Clero (2016) se indica que los sacerdotes deben ser signos visibles del Buen Pastor, no figuras populares.
Según el estudio Being Catholic in the 21st Century del Pew Research Center (2021), los jóvenes valoran en sus líderes religiosos la coherencia, cercanía y claridad de misión.
El autor lamentó que algunos sacerdotes “se vistan y hablen como adolescentes para sentirse parte” y pidió que conserven su identidad. “No necesitamos revolucionarios”, afirmó.
En contraste, destacó a quienes conservaron la disposición de servir sin filtros ni pretensiones. “Inspiraban confianza para pedir confesión o consejo”, dijo.
La carta finalizó con una oración sincera. “Rezaré por ti. Gracias por tu ‘sí’. Te admiro y te necesitamos firme en tu vocación”, escribió el joven.
Este testimonio forma parte de una creciente voz eclesiástica interna de la Iglesia católica que busca recobrar el valor diferencial de la vocación sacerdotal, su dimensión vertical, jerárquica, espiritual y religiosa más que la de cercanía y diálogo horizontal; y abre intensos debates entre la forma y el fondo del ministerio sacerdotal en tiempos de redes sociales y crisis profundas en los semilleros de vocaciones sacerdotal.
Aquí la carta: