Ciudad de México.- El pasado 27 de febrero se celebró en la Basílica de Santa María Guadalupe la misa celebrativa del Centenario del nacimiento de Luigi Giussani (1922-2005) y el 40 aniversario del reconocimiento pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación.
La ceremonia, presidida por el cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes, fue asistida por 200 miembros de Comunión y Liberación -movimiento de la Iglesia católica originario de Milán, Italia, a partir de la iniciativa de Luigi Giussani- y simbolizó un momento de especial gratitud por la comunidad fundada por el carisma del religioso italiano, por el servicio que continúa aportando a la vida de miles de personas en el mundo "y la gracia de la gracia de la feque transmitió con su propuesta para el bien de la Iglesia y de la sociedad", afirmaron los miembros del movimiento.
En la celebración también estuvieron presentes el párroco Davide Tonini y el diácono Gabriele Saccani, misioneros de la Fraternidad Sacerdotal de San Carlos Borromeo que nace del mismo carisma, obra de don Giussani.
El sacerdote canónigo arquidiocesano Julián López Amozurrutia, actual asistente eclesiástico de la Fraternidad en la Ciudad de México, acompañó al movimiento en esta celebración.
La misa no pudo ser ajena a los acontecimientos lamentables que sufre el pueblo de Ucrania ante la invasión rusa y el ofrecimiento de la comunidad fue particularmente por la paz mundial.
En el mensaje de Aguiar Retes a la comunidad de Comunión y Liberación presente en la Arquidiócesis de México, se invitó a redescubrir la misión y vocación como discípulos de Cristo, tanto de manera personal como comunitaria y recordó que este trabajo "ha de hacerse durante la Cuaresma a través de cinco propuestas".
Aguiar pidió a la comunidad de la Ciudad de México promover la oración en familia, propiciar la reflexión para descubrir la voz de Dios, buscar dar paz a nuestro espíritu mediante la reconciliación, promover la caridad y encontrar momentos para la oración personal y comunitaria.
Con este llamado, y con la gracia de la celebración de la vida de don Giussani en presencia de la imagen de la Virgen de Guadalupe, los miembros de Comunión y Liberación resaltaron la importancia del fundador en sus vidas para vivir unidos y con obediencia a la Iglesia.
Destacaron la importancia de la compañía y de escuchar el llamado que tenemos de seguir a Cristo todos los días.
En privado, el arzobipo Aguiar recibió al responsable del movimiento en la Ciudad de México, Maximino Pineda, y en presencia del sacerdote López Amozurrutia y otros cuatro miembros del movimiento, el cardenal se interesó por la causa de beatificación de don Giussani y envió una bendición a todo el movimiento en México y le encomendó continuar con su misión.