Puebla de los Ángeles, Pue.- La Arquidiócesis angelopolitana rechazó la iniciativa presentada en días pasados en el Congreso estatal para cambiar el concepto de 'aborto' a 'interrupción legal del embarazo' para que las instituciones de salud puedan dar muerte a los no nacidos mientras no cumplan doce semanas de gestación en el vientre de sus madres.
La Iglesia católica en la entidad asegura que el cambio de lenguaje y el concepto permitiría "una práctica en la que se violenta el derecho fundamental a la vida, va contra los mismos valores y derechos sobre los que se construye cualquier sociedad".
Por ello pidieron a los legisladores atenerse al derecho a la dignidad de la vida humana y a los datos científicos antes de emitir su voto en la iniciativa: "Es científicamente evidente que el embrión es un individuo humano desde que, con la unión de los gametos de sus progenitores, se constituye como un ser biológicamente nuevo y distinto, con un genoma propio, lo cual es evidenciado por las bases modernas de la biología molecular y la genética. Es justamente su ADN único y singular lo que compone el patrimonio genético del nuevo individuo humano".
COMUNICADO: Arquidiócesis de Puebla- Sobre la iniciativa de legalizar el aborto en la entidad
"Una vez verificada la concepción, el seno materno es habitado por una vida verdaderamente humana; es una persona, independientemente del tiempo de gestación, pues no se es humano desde la semana 12, sino desde el inicio, momento en que ya se debe privilegiar su derecho a la vida, como lo establecen tratados internacionales", recuerda la Arquidiócesis.
Se refiere al artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece que en el país "todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte" y explica: "México se adhirió, en 1981, a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica, 1969), el cual determina en el Artículo 4°: "Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente".
La Arquidiócesis lementó que se enarbolen otros problemas de salud pública como el cánder, la diabetes o la pandemia de COVID para incluir a los embarazos como una problemática de salud pública y se proponga al aborto como una solución: "El embarazo no es una enfermedad, y la noble vocación del médico se encamina a salvar vidas y procurar la salud, nunca a su destrucción o deterioro intencional", reclamó la Iglesia.
En su comunicado, se dirigieron además a los médicos para recordarles que "gozan del derecho a la objeción de conciencia, reconocida en la Ley General de Salud desde el 11 de mayo de 2018" con la cual pueden rechazar participar en la terminación de una vida humana y les comparten: "Debido a la experiencia en lugares donde el aborto es legal, ha quedado evidenciado que no existe el aborto seguro, puesto que hay una serie de complicaciones que pueden darse, como daños temporales o permanentes en el cuerpo de la mujer, e incluso su muerte; o bien posteriores, como el síndrome post-aborto o la imposibilidad de concebir nuevamente".
La Iglesia local pide que la sociedad apueste por un modelo de prevención y una verdadera formación que "humanice la sexualidad" y que no esté fundamentada ni en el permisivismo ni en la anticoncepción "sino orientada a la madurez humana y afectiva, a la auto regulación y la valoración correcta del amor y del don de la sexualidad para la plenitud de la persona".
Finalmente pideron a las instituciones políticas del Estado y a la sociedad civil a crear estructuras y mecanismos de protección en favor de las mujeres y de su dignidad: "Superemos la cultura de la muerte... hay opciones antes que pensar en eliminar la vida del propio hijo, como la adopción en el seno de una familia sana, integrada y equilibrada. También hay que tener presente que existen asociaciones civiles que apoyan a las mujeres que, a pesar de las dificultades, deciden continuar con su embarazo. Digamos sí a la vida".