Guadalajara, Jalisco.- El cardenal arzobispo de Guadalajara, Francisico Robles Ortega, presidió la solemne ceremonia en el Santuario de los Mártires Mexicanos, la ordenación de 33 varones que recibieron la orden del presbiterado y 11 más fueron consagrados diáconos al servicio de la Iglesia tapatía.
"Es providencial que el día en que la Iglesia recuerda su compromiso misionero, hayamos tenido la dicha de ordenar a 33 nuevos Presbíteros y 11 Diáconos", apuntó el cardenal Robles y agregó: "Hoy tuvimos la dicha de vivir esta gracia, este don que el Espíritu del Señor resucitado hace a la Iglesia de Guadalajara porque, como escuchamos en la Palabra de Dios, la voluntad de salvación de parte de Dios no es para un pueblo, sino para todas las razas de todas las lenguas y de todas las culturas".
Durante la homilía, el purpurado mexicano compartió a los nuevos colaboradores de la pastoral: "La voluntad de salvación no es para un pueblo, no es para un grupo, no es para un gremio, la salvación que Dios ofrece es para todos los pueblos y las naciones, para todas las razas de todas las lenguas y de todas las culturas". En ese sentido, el arzobispo exhortó a los nuevos sacerdotes y diáconos a ir al encuentro de todas las personas:
"Todos somos invitados a dar testimonio y a transmitir a los demás la salvación", les compartió el cardenal.
Según marca el derecho canónico, los once nuevos diáconos tendrán funciones de servicio a la Iglesia, al obispo y al presbiterio; pueden administrar el Bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, leer y promulgar la Sagrada Escritura a los fieles, presidir círculos de oración y dedicarse a los oficios de la Caridad.
Por su parte, los nuevos sacerdotes tendrán la misión de acompañar pastoralmente a las comunidades procurar la salvación de las almas de la grey a donde sean enviados para celebrar la Eucaristía, ofrecer el Sacramento de la Reconciliación (Confesión) y acompañar a los enfermos con la unción sacramental.
"De manera especial algunos son escogidos para que dediquen su vida, sus energías, su tiempo y sus cualidades para anunciar el Evangelio. Este mandato especial es el que 33 jóvenes recibieron hoy con la imposición de las manos y la consagración del Orden Sacerdotal. Cada uno quedó sellado por el Espíritu del Señor para ser un enviado, un apóstol, un mensajero evangelizador a tiempo completo. El Espíritu Santo los unió plenamente a Cristo para que participen de su misma identidad, y el pueblo de Dios pueda ver en cada uno la misma persona de Jesús, llamados a enseñar y proclamar la Palabra de Dios, a santificar al pueblo de Dios por los Sacramentos, y a ser pastores, animando a las ovejas para que alcancen la salvación.
El arzobispo concluyó encomendando a la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora. de Zapopan, "para que los ayude a recibir con humildad y agradecimiento este don, y a valorarlo y custodiarlo siempre". (Galería Fotográfica: Arquidiócesis de Guadalajara)