Tlaxcala, Tlaxcala.- El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, señaló que el periodo de Adviento se convierte en una oportunidad para atraer el valor de la esperanza. Durante la misa dominical en la Catedral de Tlaxcala, ante cientos de feligreses, comenzó el nuevo año litúrgico este 30 de noviembre.
Salcedo Aquino bendijo la corona de Adviento y el árbol de Navidad durante la celebración eucarística. Calificó este periodo como un tiempo de esperanza y preparación para la llegada del Señor. Pidió la gracia de preparar los corazones para recibir al Niño Dios.
Explicó que las luces de la corona son el recuerdo de que Jesús es la luz del mundo, el color verde la vida y la esperanza. Sostuvo que la corona de Adviento es un símbolo de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte.
En su oración, declaró: "Te pedimos, Señor, que mientras se acrecenta el esplendor de la corona con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de aquel que por ser la luz del mundo iluminará todas las oscuridades".
El obispo afirmó que "la esperanza cristiana siempre está unida al conocimiento de Dios, a través de la reencarnación de Cristo, su predicación, su vida, con su pasión, con su muerte y con su resurrección, donde se puede contemplar el rostro de Dios por medio de Jesús".
Informó que la Diócesis prepara la clausura del año santo el próximo 28 de diciembre en la Catedral de Tlaxcala. Anunció que ese mismo día decretarán que el templo del Buen Vecino será expiatorio, destinado a la adoración eucarística perpetua.

