Tepic, Nayarit.- En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el obispo de la Dócesis de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, reafirmó su respeto y admiración por las mujeres, pero manifestó su desaprobación ante los actos de vandalismo registrados durante la movilización del pasado 8 de marzo; en especial los provocados por el 'bloque negro' contra la periodista Susana Rodríguez y su camarógrafa.
“Por ser una obra de Dios, las mujeres hoy y siempre tendrán nuestro absoluto respeto y admiración, no así las acciones que cometen algunas de ellas, como las ocurridas el pasado sábado”, expresó el prelado minutos antes de celebrar la misa dominical en la Catedral de Tepic.
Flores Calzada destacó la igualdad de dignidad entre hombres y mujeres, enfatizando que todos fueron creados “a imagen y semejanza de Dios”. En este sentido, reconoció la importancia de que las mujeres se manifiesten y expresen sus demandas, pero condenó las agresiones a comercios y espacios públicos.
“Estoy de acuerdo con que las mujeres se manifiesten y expresen los avances que han logrado en el respeto a su persona, en lo que jamás estamos de acuerdo es con el abuso que pueden hacer algunas personas. Por ejemplo, no estoy de acuerdo con lo que hicieron con Liverpool y Coppel”, señaló.
El obispo también lamentó los incidentes ocurridos durante la marcha, en los que algunas participantes resultaron lesionadas. Explicó que estos hechos fueron consecuencia de sus propias acciones, deslindando a la Catedral de cualquier responsabilidad.
“Según me platican, una persona traía una esponja con gasolina para aventarla a la puerta e incendiar, pero al momento que la traía en la mano se le incendió y ahora está en el hospital. Lo mismo otra chica que se atravesó por abajo y se lastimó con las láminas de la valla. O sea, solitas se hicieron mal”, declaró.
Finalmente, el prelado llamó a la reflexión y a la coherencia en la lucha por los derechos de las mujeres. “Si buscan respeto, hay que respetar también. No tenemos por qué dañar o destruir las cosas de los demás, porque eso implica que no haya una causa justa, sino una repetición de la violencia”, concluyó.