Villahermosa, Tabasco.- Aunque el inicio de la temporada Navideña en México se conoce como el "Maratón Guadalupe-Reyes" de excesos en comida y alcohol, la Iglesia tabasqueña ha recordado a los fieles católicos que las fiestas decembrinas deben realizarse lejos de los vicios, la embriaguez y los excesos; por el contario, la espera por el Nacimiento del Salvador Jesucristo, debe vivirse en oración, moderación y servicio, insistió el obispo Gerardo de Jesús Rojas López.
En un encuentro con los medios de comunicación, el obispo reconoció que la entidad atraviesa momentos muy difíciles por la inseguridad y la violencia; por lo que es recomendable disfrutar en familia "alejados del alcohol lo más posible”, dijo Rojas.
Respecto a las Posadas, otra tradición católicas que ha derivado en fiestas de alcohol y excesos, el obispo también recordó a los fieles que no son para fomentar vicios y borracheras, sino para fomentar un encuentro de oración, de convivencia familiar y fraternal en la espera del Salvador.
"Que este mes sea de fiesta, pero que se acerquen a Dios y que oren porque el mes de diciembre es un mes de oración", recordó.
En la acostumbrada rueda de prensa dominical en la Catedral, el obispo enfatizó: "Dice Jesús que nada de vicios, nada de embriaguez y nada de preocupaciones de la vida" pues "son situaciones que entorpecen la mente, que nos desorientan, pienso que es tiempo de que reconsideremos, que asumamos, leamos la palabra de Dios para tener un mes lleno de alegría".
Rojas López también sugirió que se vivan las fiestas decembrinas como las comidas de fin de año, posadas y otros encuentros sociales desde un ambiente de fraternidad donde "se den todas aquellas cosas buenas que Cristo espera de los cristianos en la temporada de adviento que inició el domingo 1 de diciembre".
"Porque cuando ya no estamos conscientes decimos y hacemos cosas que no deben ser", enfatizó para luego referir que es importante prevenir accidentes, pleitos familiares y otras situaciones.
Destacó que diciembre es un mes para que cada persona haga un recuento de lo que ha hecho con su vida y con todo lo que el creador le ha concedido.
En el extremo norte del país, el obispo de Saltillo, Hilario González García, hizo un llamado semejante a los fieles: a reflexionar sobre los vicios y las distracciones que pueden afectar la vida espiritual, recordando que estas actitudes no solo dañan la dignidad de las personas, sino que también las alejan de una vida plena y en paz.
"Cuídense de los vicios, del libertinaje, de la embriaguez y también de las preocupaciones de esta vida", expresó .
Aclaró que no solo se refiere al consumo de bebidas alcohólicas, sino también a otras formas de embriaguez como las pasiones desordenadas, los impulsos y los defectos personales que pueden desviar a las personas de su camino espiritual.
Asimismo subrayó que este tiempo previo a la Navidad es una oportunidad para trabajar en la transformación personal.
"Es un momento importante para estar bien, para estar en forma espiritual", señaló, instando a los fieles a aprovechar el Adviento para reencontrarse con su fe y fortalecer su relación con Dios.
Destacó que los vicios y las preocupaciones no solo afectan nuestra estabilidad física, sino que también socavan la dignidad y la capacidad de actuar con claridad y determinación. Por ello, instó a los creyentes a permanecer atentos y a rechazar todo aquello que pueda desordenar su vida, tanto en el ámbito físico como espiritual.
"No perdamos nuestra dignidad, no nos dejemos llevar por el desorden. Es tiempo de estar en paz, en oración y en comunión con Dios", concluyó.