Guadalajara, Jalisco.- Luego de las denuncias presentadas sobre la presencia del crimen organizado en las carretas de Jalisco, el gobernador de la entidad, Enrique Alfaro, recibió al cardenal arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, para dialogar sobre las estrategias de seguridad en la región y para fortalecer las relaciones entre la Iglesia católica y el gobierno estatal.
El diálogo entre Alfaro y Robles alcanzó un acuerdo para la co-participación en el servicio al pueblo de Jalisco; el cual debe realizarse con "cercanía, diálogo y verdad", apuntó el arzobispo.
"Él como autoridad civil, como gobernador y yo como un servidor del Evangelio y a todos los hermanos católicos de esta entidad y constructores todos de justicia y de paz, eso fue, en un clima muy cordial y fraterno, como nos hemos encontrado siempre", compartió con los medios el cardenal Robles.
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El líder de la Iglesia católica afirmó que el gobierno de Jalisco se comprometió a revisar su mesa de seguridad: "Lo que queremos es seguridad para el estado de Jalisco, para todos los ciudadanos y desde luego seguridad para la nación. Él quedó en la mesa de seguridad de entrar en contacto con las instancias federales de las que también dependen mucho las decisiones y las medidas, en eso consistió", reveló Robles.
"No somos nosotros quienes brindamos la seguridad, no nos toca ni tenemos la estructura para brindar seguridad a nadie. Las autoridades son las que tienen esa misión de brindarnos a todos la seguridad".
Sin embargo, el cardenal explicó que la Iglesia católica ya ha realizado varias recomendaciones puntuales a los sacerdotes de Jalisco respecto a su cuidado y seguridad, especialmente a los párrocos y misioneros de regiones lejanas a la zona metropolitana para que salvaguarden su vida e integridad.
El arzobispo reconoció que el gobernador Alfaro compendió la libertad de expresión de los ministros de culto cuando hablan sobre las condiciones de violencia e inseguridad en la entidad; dijo que el mandatario no sugirió ni recomendó al pastor dejar de hablar sobre la inseguridad: "Hay libertad -dijo el cardenal-; lo que pasa es que hay que hacer, todos, cada uno en su campo, muy prudentes".
Robles Ortega finalizó con una reflexión sobre las descalificaciones que se han vertido desde diferentes órdenes de gobierno contra la Iglesia católica y contra las víctimas de la violencia. Aseguró que esas expresiones sólo desgastan a las instituciones además de que las hacen perder tiempo y energía en lugar de trabajar conjuntamente hacia la reconciliación, la paz y la búsqueda de soluciones.