Puebla de los Ángeles, Puebla.- En un gesto por mantener la esperanza de que el matrimonio conformado por Jocelin Carreto y David Baez retorne con bien a su hogar, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, dedicó una oración especial por ellos durante la Misa dominical en la Catedral angelopolitana y pidió por los desaparecidos y sus familiares. Además, reiteró un llamado para que los poblanos trabajen decididamente en la recomposición del tejido social.
El arzobispo también cuestionó el panorama de violencia que se ha acendrado en Puebla y en casi todo el territorio mexicano; acusó que "la cultura del descarte" es responsable de buena parte de la descomposición del tejido social.
En las preces generales, Sánchez Espinosa pidió por el matrimonio de Jocelin y David, quienes están reportados desaparecidos desde el miércoles primero de junio. Al matrimonio se le vio por última vez al salir de su hogar en San Bartolo para ir a La Cuchilla para comprar juguetes para su negocio.
Sánchez Espinosa destacó que la comunidad ya no puede no puede continuar viviendo en medio de violencia, de esa falta de valores auspiciada por ciertos grupos sociales y destrucción de la integridad de las personas.
"Nosotros tenemos que esforzarnos por trabajar para recomponer el tejido social desde nuestras comunidades, desde nuestras familias, desde el lugar que ocupamos en nuestras familias y en nuestra sociedad. No podemos seguir viviendo así", dijo.
El arzobispo aseguró que ante los problemas derivados del crimen y la inseguridad, la comunidad requiere mantener la esperanza. Esperanza para un cambio positivo tanto en la entidad como en el territorio mexicano.
"En este mundo que estamos viviendo -tan violento, tan injusto y tan inseguro- tenemos que fortalecer nuestra fe. Ahora es cuando más tenemos que iluminar esos entornos en los que vivimos, con ejecutados, desaparecidos y aparecidos muertos después", animó.
Sánchez Espinosa lamentó que el mes de mayo haya alcanzado los índices de mayor violencia en México en este año: se mantiene la alza de muertes violentas, personas desaparecidas y el hallazgo de cuerpos humanos sin vida.
"Tan sólo en un día de mayo hubo 118 muertos en México; pero así es cada día. Ahora mayo ha resultado el mes más violento en México. No podemos seguir así, algo tenemos que hacer. En estos momentos de incertidumbre, a fe es indispensable para unas relaciones más maduras en nuestra iglesia, en nuestra familia, en la sociedad, nosotros tenemos el trabajo de esforzarnos por trabajar en este aspecto", concluyó el arzobispo.