Tijuana, Baja California.- Después del hallazgo del cuerpo sin vida del sacerdote José Guadalupe Rivas Saldaña, cura fronterizo director de la Casa de Migrante de Tecate, asesinado junto a otra persona el domingo 15 de mayo, el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, expresó -junto al episcopado mexicano- la "indignación" que causa la violencia en México:
"Manifestamos nuestra indignación por la creciente ola de violencia que sacude a nuestra patria y al Estado de Baja California, demandamos a las autoridades municipales, estatales y federales un compromiso firme en la construcción de la paz, que es el don más preciado de un pueblo", apuntó Moreno en un comunicado institucional leído en la Catedral fronteriza.
El obispo, en nombre de la Iglesia local, hizo votos porque "a la brevedad posible" concluyan los estudios ministeriales de la fiscalía y el servicio médico forense haga el el reconocimiento oficial del cuerpo del sacerdote José Guadalupe "que se ha dificultado por las condiciones en que se le encontró", reconoce el arzobispo.
"Esperamos también que la Fiscalía acelere las investigaciones hasta llegar a la verdad de los hechos ocurridos: móvil del crimen, personas, circunstancias, etcétera".
El arzobispo también comentó a los fieles católicos de la región a esperar noticias sobre los servicios fúnebres que se rendirán al presbítero una vez que las autoridades hagan enterga de los restos mortales de Rivas; sin embargo, exhortó a que las investigaciones contiúen y se esclarezca el crimen.
"Aunque ha habido avances en la investigación, las autoridades se han reservado dicha información, para no poner en riesgo la misma, de modo que nada interfiera su seguimiento y conclusión. Se han publicado múltiples notas de este suceso, en general con mucho respeto y apego a la información conocida hasta ahora. Exhorto a la comunidad diocesana y social a evitar elucubraciones e interpretaciones gratuitas, que en nada ayudan al esclarecimiento de los hechos", pidió Moreno.
Finalmente, el arzobispo pidió a los fieles unirse en oración por el eterno descanso del padre José Guadalupe y por las víctimas de la delincuencia, "oremos también por el arrepentimiento sincero y conversión de los que
cometieron este crimen", pidió.
Moreno Barrón no dejó de señalar que, para los fieles católicos, la vida "es un don de Dios y que nadie puede disponer arbitrariamente de su propia vida, ni de la de los demás, porque todos salimos de las manos de Dios, tenemos una gran dignidad y merecemos respeto" y concluyó en su mensaje: "Que el ambiente complejo y difícil que enfrentamos hoy en la sociedad, marcado por la violencia, nunca nos lleve al desaliento, sino que nos rete a avivar nuestra esperanza en un mañana mejor, siendo todos mensajeros e instrumentos de paz y reconciliación en nuestra vida cotidiana, inspirados en las palabras de Jesús: 'La paz les dejo, mi paz les doy'".