Chilpancingo, Guerrero.- La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, y el obispo de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González, coincidieron en la parroquia de la Santa Cruz, simbólico espacio donde cada 3 de mayo se celebra la exaltación de la Cruz de Cristo pero, también, por tradición, se celebra a los albañiles y a los trabajadores de la construcción.
El jerarca católico y la ejecutiva estatal recibieron sendas invitaciones de los feligreses del Barrio de la Santa Cruz para acompañarlos en la tradicional fiesta.
En entrevista, al finalizar la Misa por el día de la Santa Cruz, el jerarca católico habló de un primer encuentro con la mandataria estatal antes de la celebración de la liturgia donde hablaron de diversos temas y se dijo confiado que la relación con la titular del Ejecutivo será de cordialidad y respeto.
Por su parte, la gobernadora Salgado, además de asistir a la misa celebada por el obispo, también convivió con los vecinos: "Convivir con los vecinos del Barrio Santa Cruz es algo que debemos hacer todos los días, de estar en contacto con nuestro pueblo y yo agradezco esta hermosa invitación", expresó.
Fieles y vecinos de este tradicional barrio de Chilpancingo compartieron con las autoridades civiles y católicas el tradicional pozole, además del café con pan, en un ambiente de convivencia y hermandad.
Evelyn Salgado también señaló que construirá una buena relación con el nuevo obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González, de quien expresó: "Tiene buena intenciones para Guerrero... habrá buena comunicación en el intercambio de puntos de vista".
Hace una semana, el obispo González Hernández insistió en que, desde la Iglesia católica, se buscarán todas las vías posibles para cooperar en la pacificación de la región y el Estado; dijo que incluso dialogar con grupos del crimen organizado es una alternativa para ofrecer paz: "No queremos más muertes... debemos estar estar abiertos al diálogo, con todos: gobierno y no gobierno, con los grupos, las instituciones, en fin. No se puede estar aparte. Tenemos muchas dificultades con las enfermedades, la violencia, la economía... solos no podemos".
El obispo lamentó que haya gente que no esté a favor del diálogo: "Seguramente es porque no estamos acostumbrados, pero tenemos que ir haciendo camino para dialogar".