Ciudad de México.- Al hacer eco del llamado del papa Francisco a recobrar la paz en el mundo, la Iglesia católica capitalina ha expresado que hay cuatro actitudes sociales y personales para pacificar a México: valentía, creatividad, perseverancia y humildad; además que el diálogo, la educación y el trabajo son instrumentos necesarios para que el bienestar sea duradero.
"Este año -apuntó la Arquidiócesis de México a través de su órgano oficial-, en su mensaje con motivo de la 55 Jornada Mundial de la Paz, el papa Francisco ha puesto énfasis en tres instrumentos fundamentales que se requieren para alcanzar una paz duradera: el diálogo, la educación y el trabajo. Si bien es un mensaje dirigido a todas las naciones, la reflexión profunda del pontífice interpela de manera especial a México, donde la palabra paz parece haber sido borrada de nuestro mapa".
La iglesia presidida por el cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes, recordó que sólo el trabajo duro y cotidiano es capaz de transformar la "dura y estéril tierra del conflicto y la exclusión" a través de las "semillas de una paz duradera y compartida".
Agrega la Arquidiócesis: "Para ello debemos ser conscientes y trabajar todas las generaciones en la escucha, en el encuentro, en los acuerdos y en el caminar juntos; este proceso ya ha iniciado en la iglesia de la mano del papa Francisco y todos están invitados a sumarse".
Para la Iglesia, la educación es el segundo instrumento para alcanzar la paz y se sumó a las críticas que hace el pontífice a los gobiernos por invertir en ejército e industria de la guerra en lugar que en educación: "Su contundente llamado a los gobiernos es a revertir esta tendencia global y hacer de la educación la base para lograr sociedades cohesionadas y capaces de generar esperanza, riqueza y progreso. El pacto educativo global al que ha convocado el pontífice resulta inaplazable, por eso hacemos un llamado las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, empresarios, religiones, gobernantes y a todos los hombres de buena voluntad a sumarse a él", señaló la Arquidiócesis.
Finalmente, el tercer instrumento propuesto por el pontífice es el trabajo; por ello, la Iglesia en México recordó que el país enfrenta desafíos laborales derivados por la pandemia de COVID-19: "Millones de personas no tienen trabajo o éste es precario; quienes realizan servicios básicos a menudo se ven castigados por los bajos sueldos; la capacitación y el aprendizaje se han reducido al mínimo y el mercado profesional no toma en cuenta a las nuevas generaciones".
Por ello, su últiimo llamado estuvo orientado a "unir ideas y esfuerzos para crear las condiciones e inventar soluciones, a fin de que todo ser humano en edad de trabajar tenga la oportunidad de contribuir con su propio trabajo a la vida de la familia y de la sociedad".