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I Iglesia México

Un futuro con esperanza y sin egoísmos ni descalificaciones: obispos de México

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Ciudad de México.- Aunque la actual crisis sanitaria y económica ha afectado todos los campos de la vida, los obispos de México aseguraron sentir ánimo "a preparar el futuro con esperanza, generando procesos nuevos, superando el egoísmo, las desconfianzas y las descalificaciones, y trabajando por la unidad y concordia", expresaron en su tradicional Mensaje al Pueblo de Dios en el contexto de su 109a Asamblea Plenaria. 

Los obispos mexicanos reanudaron la celebración de su asamblea plenaria luego de que, debido a la pandemia, se cancelara la reunión de primavera; la actual cita semestral de los pastores católicos se realizó completamente virtual a través de las plataformas de seminarios y juntas digitales:

"Después de varios meses de prueba, parecía que había pasado lo más grave de la crisis, que habíamos tocado fondo y que volvíamos a una nueva realidad; sin embargo, cada día aumentan los contagios y las muertes", reconocieron.

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El episcopado advierte un profunda crisis que se refiela en diferentes aspectos: "Una economía en decrecimiento y muchas empresas en quiebra; el sistema de salud con pocos recursos, con graves deficiencias; la realidad política de una democracia incompleta, con resentimiento social; un sistema educativo débil; la violencia se ha incrementado. A esta situación, de suyo compleja, se suman los hechos constantes del narcotráfico y el crimen organizado, de las ideologías contra la vida que siembran desesperanza y descalificaciones. El cansancio, la soledad y desesperación aumentan cuando hay carencia de alimentos y medicamentos".

Con todo, reconocieron signos de esperanza en la población que atiende las dificultades de la crisis sanitaria sin miedo y afrontando los riesgos. Por ello hicieron un nuevo reconocimiento a los médicos, enfermeros y enfermeras, al personal de limpieza, cuidadores, voluntarios, familias, empresas, sacerdotes, religiosas, diáconos, agentes de pastoral por su "servicio generoso en distintas actividades [que] son manifestaciones de la conciencia de ser familia, comunidad, de que vamos en la misma barca y nos ayudamos unos a otros". 

Exhortaron a todos los ministros católicos y a las órdenes religiosas a poner todos los espacios esclesiales como "verdaderos oasis de misericordia" con servicios de auténtica cercanía y valentía profética ante las circunstancias actuales del país:

"El Reino de Dios no es sólo una promesa futura para después de la muerte, sino una realidad que ha comenzado ya en la persona de Jesús. Esta realidad tiene valores concretos que pueden descubrirse en la vida de la comunidad: …en los pequeños pasos que se dan en una familia para vivir el amor y la paz, en los logros de los grupos humanos por tener sociedades más justas y fraternas", refirieron.

Los obispos no dejaron de recordar el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 para celebrar los 500 años del Acontecimiento Guadalupano y los 2000 años de la Redención: "Con la mirada puesta en Santa María de Guadalupe, llenos de esperanza, sigamos edificando la Casita Sagrada de nuestra identidad de Pueblo de Dios en nuestra Patria, en toda América y en el mundo entero, descubriéndonos y valorándonos como hijos del mismo Padre, favoreciendo el encuentro, el diálogo, la convivencia y solidaridad en actitudes fraternas marcadas por el perdón, el amor, la justicia y la paz".

Entre las tareas urgentes, advierten "tareas específicas en el campo de lo social: para los pobres y con los pobres, con el mundo del trabajo, con los empresarios, para la promoción de un desarrollo sustentable y socialmente responsable" mediante la Doctrina Social de la Iglesia.