Ciudad de México.- Los obispos mexicanos Domingo Díaz Martínez (Tulancingo) y Salvador Rangel Mendoza (Chilpancingo-Chilapa) han notificado a sus respectivas diócesis que contrajeron el coronavirus SARS-Cov2 y que pemanecerán en vigilancia médica y aislamiento preventivo para evitar transmisiones de COVID entre los fieles y el clero de sus regiones.
El 24 de octubre, el obispo franciscano Salvador Rangel informó a su grey y a sus colaboradores sacerdotes que resultó positivo en la prueba de SARS-Cov2: "Estamos ante un desafío histórico de lucha contra esta pandemia, luchar contra un enemigo invisible pero letal"
Rangel había enviado una felicitación por el día del médico y ya con la noticia de su contagio expresó: "Hoy me dirijo en especial a los que han resultado afecados directamente por el coronavirus, los enfermos y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós".
"Quiero compartir con ustedes que en días pasados he presentado algunos síntomas relacionados al SARS-Cov2 y que el día de ayuer, viernes 23, he recibido la noticia que he pasado a ser parte de los contagiados", escribió Rangel.
El obispo que atiende la región montaña y centro del estado de Guerrero adelantó que ha decidido aislarse en su domicilio: "Desde ahora he ofrecido a Dios mi espera (y lo que surja en el proceso). No quiero ser una simple víctima de la enfermedad, sino una ofrenda de amor en bien de toda esta diócesis que me ha sido confiada", manifestó a los fieles de Chilpancingo-Chilapa.
Por su parte, la oficina de comunicación social de la Arquidiócesis de Tulancingo informó el 27 de octubre que el arzobispo Domingo Díaz Martinez también salió positivo de la prueba COVID; por fortuna no presenta síntomas de afección directas por el virus y que "se encuentra aislado en su domicilio siguiendo las medidas sanitarias y en oración por la pronta recuperación de quienes han resultado también contagiados".
El arzobispo Díaz también exhortó a los ministros de culto de la región de Hidalgo hacerse la prueba para mayor seguridad de su salud ante la aún alta presencia del coronavirus en México.
Hasta el momento seis obispos mexicanos han declarado públicamente su contagio de SARS-Cov2.