Nogales, Sonora.- La recepción, consagración e inicio de ministerio episcopal de José Luis Cerra Luna en la joven diócesis de Nogales congregó a miles de feligreses que celebraron uno de los primeros nombramientos episcopales para el pueblo mexicano del papa León XIV. Cerra fue consagrado y recibido como pastor de Nogales en una jornada presidida por el nuncio apostólico Joseph Spiteri; el arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón; y el obispo de Matamoros (diócesis de origen de Cerra), Eugenio Lira.
En el mensaje a su nueva diócesis, Cerra Luna compartió: "Este sacramento es un torrente de gracia sobre mi persona. Gracias por el acompañamiento que me han brindado estos meses. En estos tres meses he experimentado una evolución humana y espiritual: he pasado del desconocimiento del norte de Sonora al interés por su historia y su gente"
La consagración, celebrada en el Domo Binacional de Nogales, incluyó la imposición de manos por parte de obispos de todo el país, la lectura de la bula pontificia y el mensaje del Nuncio quien, en nombre del Papa, encomendó al nuevo obispo pastorear una diócesis con grandes desafíos en los municipios fronterizos con Estados Unidos especialmente en las comunidades con alta vulnerabilidad de personas migrantes.
En su primera declaración pública, Cerra Luna delineó prioridades pastorales y políticas: "Recorreré los 17 municipios para conocer directamente sus necesidades. Mantendremos una relación interinstitucional con todos los niveles de gobierno para fortalecer el tejido social", afirmó, subrayando el papel de la Iglesia como "pieza fundamental para que la sociedad transite por el camino del bien".
El nuevo obispo explicitó su compromiso con la población migrante en la frontera con Estados Unidos y Guatemala, prometiendo "brindar una vida digna a quienes enfrentan condiciones de vulnerabilidad".
El alcalde de Nogales, Juan Francisco Gim, entregó simbólicamente las llaves de la ciudad al obispo, un gesto que calificó como "la apertura de los corazones de las familias nogalenses hacia su nuevo líder espiritual". Este acto refleja la singular relación entre autoridades civiles y eclesiásticas en una región fronteriza estratégica.
El Nuncio Spiteri transmitió el mensaje del papa León XIV, enfatizando virtudes de "amor, reconciliación y perdón" e instó al obispo a ser "ejemplo de servicio y humildad, cercano al pueblo de Dios".
La Diócesis de Nogales abarca desde Agua Prieta hasta El Sásabe, incluyendo corredores migratorios críticos como Altar y Caborca. Aunque la circunscripción eclesiástica ha recibido obipos y arzobispos como pastores del territorio; la ceremonia de consagración episcopal (consagrar a un sacerdote presbítero en la plenitud del sacerdocio de Cristo que es un obispo) no se había realizado desde hace 70 años en la entidad. El último sacerdote que los obispos consagraron en ese territorio fue José Soledad Torres en Cajeme, lo que subraya la importancia histórica del evento.
El nombramiento de Cerra Luna señala además la atención prioritaria del Vaticano hacia las diócesis fronterizas mexicanas y sus desafíos humanositarios.
La ceremonia incluyó una visita previa al mausoleo de Padre Kino en Magdalena de Kino, reconociendo el legado del misionero jesuita que evangelizó la región en el siglo XVII, y culminó con la entrega de los símbolos episcopales: el anillo, la mitra, el báculo pastoral y la cruz pectoral.