Ciudad de México.- A escasas semanas de que se realice el recambio institucional en la presidencia de los obispos católicos de México, el arzobispo Rogelio Cabrera evalúa su gestión y ofrece una visión de los desafíos que enfrenta la Iglesia católica en México, desde la pobreza y la violencia hasta la necesidad de adaptarse a una sociedad cambiante, todo ello en el contexto de un nuevo gobierno que promete continuar con la llamada "cuarta transformación" del país.
En entrevista para el portal Siete24.mx el arzobispo reflexionó sobre los retos que ha enfrentado la Iglesia católica en México durante su mandato y los que se avecinan en el próximo sexenio presidencial de Claudia Sheinbaum: la relación con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador; la respuesta ante la pandemia y a las polémicas intraeclesiales respecto a la comunión con el Santo Padre; los pendientes respecto a la prevención y justicia de casos de abuso sexual y encubrimiento; y finalmente, poniendo la mirada en la próxima elección del presidente del episcopado mexicano, enlistó las cualidades del obispo que deberá ‘mantener las puertas abiertas’ de la Iglesia.
Desde "decisiones delicadas" hasta reiterados "llamados a la prudencia, al sentido común y la inteligencia", el presidente de la CEM ofrece en la entrevista una visión atemperada de los complejos momentos que le tocaron vivir como líder de los obispos para sostener la comunión, construir diálogo propositivo y mantener la interlocución con el Gobierno Federal:
“En mi papel como presidente de la Conferencia fue el de mantener abiertas las puertas del Palacio. Es decir, que por ningún motivo pudiéramos privarnos de dialogar y de manifestar nuestros puntos de vista”.
En especial marca la convergencia en el ideal manifestado por el líder polítco de la "Cuarta Transformación de la vida pública de México" pero mantiene independencia respecto al modo de ejecutar el alto ideal de priorizar la atención a las personas en condición de pobreza en el país:
“Nosotros no estamos en una lucha de si somos o no importantes en este equilibrio social; sino en que la Iglesia católica está para servir y para tener abogacía en favor de los que necesitan el bien... Hay un punto en que la Iglesia Católica en general y nosotros aquí en México coincidimos con el gobierno federal y es la primacía de los pobres. La pobreza es el desafío más grande que tiene México y en eso no podemos nunca salirnos de esa realidad. Ahora bien, la manera de resolver la pobreza se puede discutir; pero nunca el acento que es el correcto: Primero los pobres. Eso es parte de nuestra convicción espiritual".
Finalmente, el arzobispo Rogelio Cabrera comparte su perspectiva sobre cuatro valores imprescindibles en el perfil del próximo líder de la CEM: “El reglamento pone que yo puedo hacer una propuesta [de candidatos a la presidencia de la CEM] pero prefiero que venga la propuesta de todas las Provincias y creo que así va a ser cuando se establezca la terna... Desde luego creo que el que venga va a complementar y va a agregar lo que yo no hice bien”.
Entrevista completa en Siete24.mx