León, Guanajuato.- El nuevo arzobispo metropolitano de León, Guanajuato, Jaime Calderón Calderón, tomó posesión del gobierno de la Iglesia local con un mensaje esperanzado por un nuevo horizonte para el pueblo mexicano: “El camino sinodal nos permite soñar juntos, no podemos quedarnos atrapados en inmediatismos… la realidad nos abre a un horizonte más amplio: No dejemos de soñar un mundo nuevo. No sólo nos quedemos en señalar las cosas sino que es el momento para soñar en grande”.
En su primer mensaje al pueblo creyente del Bajío, Calderón explicó la necesidad de una Iglesia Sinodal pues, dijo, se ha desmontado la falacia del individualismo: “Nos necesitamos mutuamente y debemos tener un sentido de responsabilidad con los demás”, dijo.
El arzobispo también explicó el sentido de su lema episcopal “Confiado en ti Señor” con el que se acepta que se abre un nuevo horizonte: “El Padre me da oportunidad de enviarme a dónde él necesita y aquí estoy… dispuesto a compartir la dureza de la vida y poner el compromiso del Reino de Dios por encima de todas las preocupaciones personales… A Ir a dónde él me lleve y ser un peregrino de este mundo”.
Más temprano, hacia las 9:30 de la mañana, Calderón arribó a la catedral arquidiocesana donde realizó la profesión de fe y la juramentación al Santo Padre y a sus sucesores como nuevo arzobispo metropolitano. Tras besar un crucifijo y asperjar con agua bendita a los asistentes, el arzobispo recitó el credo apostólico en la Catedral de Nuestra Señora de la Luz, titular patronal de la Arquidiócesis de León, en presencia del nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri, y del arzobispo emérito de León, Alfonso Cortés Contreras.
Ahí, con casi dos millares de feligreses y ocho obispos mexicanos, el nuevo titular metropolitano declaró su convicción doctrinal y su adhesión al Santo Padre, enumeró las obligaciones que le confieren la misión de su apostolado para gobernar, instruir y santificar la vida católica en el Bajío mexicano.
Al final del acto, Calderón Calderón firmó los documentos eclesiásticos con los que toma posesión de la cátedra diocesana de la Arquidiócesis de León, Guanajuato, y confirma su obediencia al Santo Padre. Firmaron como testigos, el Nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri, y el arzobispo emérito de León, Alfonso Cortés.
Un par de horas más tarde, en el recinto ferial Poliforum de León, el nuevo arzobispo presidió su primera celebración eucarística como pastor de la Arquidiócesis.
En el inicio de la ceremonia, el arzobispo emérito saliente, Alfonso Cortés Contreras, agradeció la presencia del cuerpo episcopal y de las autoridades civiles (el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué; la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez; el alcalde de Silao, Carlos García Villaseñor; y los alcaldes salientes y entrantes de Guanajuato capital, el matrimonio Navarro Smith); además hizo una reflexión sobre el sentido de la Pascua para el cristiano como un paso, el permanente tránsito hacia la plenitud pascual: “Bienvenido a su casa y feliz viaje”, le deseó a su sucesor.
Ante una cuarentena de obispos, cientos de sacerdotes y miles de feligreses, el Nuncio apostólico en México hizo entrega de la bula pontificia con la que el papa Francisco encomendó a Jaime Calderón, entonces obispo de Tapachula, la titularidad de la Iglesia en el bajío mexicano.
Spiteri también se encargó de la reflexión homilética de la ceremonia y en ella distinguió el símbolo de Jesús Buen Pastor: “Hoy en día es difícil encontrar un pastor de verdad en una ciudad tan industrializada”. Dijo que hoy podría no comprenderse el porqué de la exigencia de una imagen rústica pero que pertenece a culturas pasadas: “No debemos quedarnos en la exterioridad de la imagen, sino en la importancia de la relaciones, la comunión que surge de las relaciones humanas sinceras y respetuosas”.
“Jaime, estás llamado a fortalecer la unión, la relación humana en la región del bajío”, indicó el representante pontificio mientras enumeró las áreas de ministerio por realizar sin dejar de mencionar el desgaste por la criminalidad y la corrupción en la región.
“Estoy seguro de que su nuevo arzobispo ofrecerá nuevos impulsos a todos ustedes… un nuevo impulso para encontrar nuevas respuestas a los desafíos pero además, para fortalecer la comunión y el testimonio de la vida cristiana capaz de renovar la vida social”, concluyó el Nuncio Spiteri.
Al final de la ceremonia, el nuevo arzobispo ofreció un primer mensaje público a su nueva grey sobre cómo ser una Iglesia Sinodal… con la comunión la participación de todos los bautizados: “Eso nos implica a todos. Nadie puede quedar fuera de esta dinámica misionera”.
Indicó que el compromiso de la Iglesia no consiste sólo en acciones o programas de asistencia… sino una atención puesta en el otro: “Sólo desde esta cercanía real podemos acompañarlos en su liberación”.
“Esta Iglesia Sinodal a la que el papa Francisco nos invita es una Iglesia de escucha… debemos pedir con toda humildad el don de la escucha”, sintetizó.