Brownsville, Texas.- El día de la Virgen del Carmen, 16 de julio, el ayuntamiento de Brownsville City realizó una ceremonia en la que otorgó una distinción especial al obispo de la Diócesis de Matamoros, Eugenio Lira Rugarcía, por su labor "en pro de la comunidad en ambos lados del país y el tema migratorio".
El alcalde John Cowen, junto a los miembros del Cabildo, presidió la ceremonia e hicieron un amplio reconocimiento al servicio prestado por el obispo mexicano a temas que conciernen a ambos lados de la frontera México-Estados Unidos. En la celebración participaron también el alcalde de Matamoros, Ruben Sauceda Lumbreras y el alcalde electo del municipio mexicano, Alberto Granados; también empresarios y representantes de otros sectores sociales.
Eugenio Lira declaró que se siente agradecido con este reconocimiento, el cual -afirmó- refleja una labor compartida con la pastoral de la movilidad (atención de la Iglesia católica a migrnates), la cual es presidida por el sacerdote Francisco Gallardo López. Lira reconoció que el fenómeno migratorio es un tema que concierne intensamente a las ciudades que comparten la frontera del río Bravo.
"Agradezco muchísimo el regalo que me hace la ciudad de Brownsville; agradezco al señor alcalde, a los comisionados que conforman el Cabildo, lo recibo como parte de un todo. Con el trabajo y esfuerzo de todos hemos construido lo que ahora somos: una gran familia, estamos a ambos lados del río Bravo pero somos una sola familia".
Refirió que, en el pasado, se teneía una actitud diferente frente al fenómeno migratorio pero que, gracias al trabajo de la Iglesia católica en ambos lados de la fontera desde hace más de treinta años, se ha logrado cambiar la percepción sobre los problemas derivados de la migración.
“Son más de 30 años que gracias al padre Leo Daniels, de la Congregación del Oratorio de Pharr y del entonces seminarista Mario Avilés, ahora obispo de la Diócesis de Brownsville que yo vengo por estos lugares. Si alguien me lo hubiera dicho hace 30 años no lo hubiera creído, tomé agua del río Bravo y funcionó para seguir muchos años; si Dios quiere, hasta que me sepulten aquí”, compartió.