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I Iglesia México

Comunidad, sinodalidad y participación, marcos de la Asamblea de Obispos de México

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Ciudad de México.-  Del 11 al 15 de noviembre se realizará la CVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para continuar atendiendo los desafíos planteados en el Plan Global de Pastoral 2031+2033; pero en esta ocasión bajo las emergencias sociales identificadas (migración, juventud, ministros ordenados y protección de menores) y además con una búsqueda apremiante de fraternidad, sinodalidad y participación activa en la Iglesia mexicana.

Durante la presentación del micrositio que dinamiza el Proyecto Global de Pastoral, el arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López, adelantó que los obispos mexicanos atenderán tres niveles de profundización en su asamblea: “dos muy internos (Kerygmático-Místico y Comunitario-Sinodal) que son fundamentales para que la Iglesia católica entre al tema Ético-Moral”. Este último tema que implica la participación transversal de la Iglesia mexicana en el tejido social.

“Este micrositio quiere desencadenar todo un proceso que, recogiendo el bimilenario caminar de una Iglesia, hacia el encuentro de Jesucristo Redentor, bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe, con renovado entusiasmo, ante los importantes desafíos que esta nueva época nos plantea y las tendencias que se prevén, con lo más auténtico y sagrado de su misión evangelizadora”, explica el obispo secretario general de la CEM, Alfonso Miranda Guardiola.

En la asamblea de obispos se abordarán además otros temas importantes, como la construcción de paz, la libertad religiosa, la reestructuración de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) y el recién concluido Sínodo Panamazónico, con una participación del cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes.

El sacerdote David Jasso, secretario técnico del PGP, confirmó que la plataforma digital y la voluntad de los obispos es mantener un llamado al aporte concreto y abierto a todos los católicos: “En el numeral 193 del documento indica el sueño de la Iglesia que deseamos llegar a ser y construir… [por ello el llamado] a que desarrollen su creatividad, a que sueñen junto con los obispos de México”.

“Siempre debemos mantener esta aspiración propositiva y positiva hacia el futuro, la Iglesia tiene que ser constructora de esperanza. Y la esperanza se da en la cercanía y en la presencia. Por eso se hace un llamado a todos los obispos a que no dejemos al pueblo solitario, que los sacerdotes dejen ese estatus de comodidad y se vayan allá donde no hay iglesias, donde hay parroquias sin techo, donde se hace necesario que el pueblo tenga una palabra, una mano que ayuda… Visualizo una Iglesia con mucho ánimo, accidentada, pero que no deja de luchar; creo en una Iglesia que lucha ante el impacto de los acontecimientos”, afirmó el arzobispo Cabrera.

Sobre las emergencias pastorales, el obispo Miranda Guardiola destacó la preocupación por el fenómeno migratorio: “Hemos participado en múltiples reuniones con una apertura, necesaria y sana, para enfrentar este problema. Entendemos que América Latina y Centroamérica esperan mucho de México, el pueblo mexicano espera mucho de la Iglesia católica”.

En la emergencia migratoria, así como en el resto de desafíos, los obispos coinciden en que desean mostrar “la línea humanitaria de la Iglesia, obviamente el criterio el evangélico” y no dejar de mirar la necesidad y sensibilidad de las personas en necesidad.

En la asamblea se prevé la participación de 176 participantes entre arzobispos, obispos y administradores diocesanos: “Buscamos ofrecer respuestas pastorales concretas ante los graves desafíos de nuestra época”.