Maskwachis, Canadá.- "Estoy profundamente dolido, pido perdón" dijo el papa Francisco ante ancianos y sobrevivientes indígenas de los actos de abuso cometidos por liderazgos católicos en las 'Escuelas Residenciales de Canadá' implementadas por el gobierno desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX. Durante la primera jornada de actividades del 'peregrinaje penitencial' del pontífice por tierras norteamericanas, el Papa habló en español y sin espacio a interpretaciones lamentó la mentalidad colonialista y la destrucción cultural que muchos cristianos implementaron contra los indígenas.
De esta manera el pontífice no sólo ha cumplido con su palabra de visitar la ex Escuela Residencial Indígena de Ermineskin en la región sur de Edmonton, donde tristemente se vivieron algunos de los episodios más oscuros de este modelo de 'occidentalización' administradas por congregaciones religiosas; también refrendó la petición de perdón en nombre de la Iglesia católica a los pueblos originarios:
"Llego hasta sus tierras nativas para decirles personalmente que estoy dolido; para pedir a Dios el perdón, la sanación y la reconciliación; para manifestarles mi cercanía; para rezar con ustedes y por ustedes", inició Francisco su intervención en el encuentro con los pueblos de las denominadas Primeras Naciones.
Después de reflexionar sobre los acontecimientos históricos tan dolorosos, sobre la relación de los pueblos indígenas con la Creación y la necesidad de desterrar la indiferencia de la vida humana, el Papa expresó:
"Quiero decirles, de todo corazón, que estoy profundamente dolido. Pido perdón por la manera en que lamentablemente muchos cristianos adoptaron la mentalidad colonialista de los pueblos que oprimieron a los indígenas. Estoy dolido, pido perdón en particular por el modo en que muchos miembros de la Iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron también por medio de la indiferencia en esos proyectos de destrucción cultural y asimilación forzada de los gobiernos de la época que finalizaron en el sistema de las Escuelas Residenciales".
El pontífice fue traducido intermitentemente por un sacerdote al inglés; sin embargo, también se hicieron traducciones en las lenguas de las comunidades indígenas presentes en el encuentro.
Francisco recordó el reciente encuentro sostenido con líderes de pueblos originarios de Canadá en el Vaticano donde le fueron entregados un par de mocasines, "símbolo de niños indígenas... quisiera inspirarme en este símbolo. que en los meses pasados reavivó en mí el dolor, la indignación y la vergüenza. El recuerdo de esos niños provoca aflicción y exhorta a actuar para que todos los niños sean tratados con amor, honor y respeto", dijo el Papa.
Bergoglio invitó, por tanto a "caminar juntos, rezar juntos, trabajar juntos para que los sufrimientos del pasado dejen lugar a la justicia, sanación y reconciliación". También animó a "hacer memoria" porque "el olvido hace la indiferencia... lo opuesto al amor y a la vida es la indiferencia".