Ciudad de México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, hicieron un reconocimiento a las autoridades de la Iglesia católica en el país en la colaboración para mantener informada a la población ante la contingencia sanitaria del Coronavirus COVID-19.
En la conferencia de prensa de este día, López-Gatell ilustró con una diapositiva todas las organizaciones con las que la Secretaría de Salud Pública y la Presidencia de la República se ha reunido con el propósito de la preparación y respuesta sanitaria tanto en organismos públicos como privados.
"Incluye la Conferencia del Episcopado Mexicano, porque sabemos que todas estas entidades sociales y privadas también son contribuyentes importantes de la respuesta", recalcó.
El subsecretario afirmó que la colaboración básicamente consiste en la difusión de información en las iglesias y centros de acción pastoral: "La Iglesia católica desde hace tres semanas se difunde información, y además se ha hecho cierto cambio de prácticas en la ceremonia religiosa para disminuir el riesgo de transmisión en el tema este de la homilía [sic] y estas cosas".
López-Gatell se refiere a las medidas sanitarias implementadas en la Iglesia católica principalmente durante las celebraciones eucarística: realizar reverencia entre los fieles en sustitución del contacto directo durante el saludo de paz y procurar la comunión en la mano.
La @WHO declaró como #pandemia el #Coronavid19. Reiteramos nuestra disposición para prevenir que se propague esta enfermedad, por lo que exhortamos que se suspenda el saludo de mano en las celebraciones y la impartición de la Sagrada Comunión en la boca. https://t.co/SKzzzo1LAz
— CEM (@IglesiaMexico) March 11, 2020
Por su parte, el presidente de la República reconoció el principio de paz que la Iglesia católica enseña y pidió a la ciudadanía "ya no enojarse tanto" y procurar el amor, la paz, la serenidad, la tranquilidad y la fraternidad.
"[Si por el Coronavirus] seguramente ya no se da la paz abrazándose... pues aunque no haya el abrazo o se dé la mano, en la mente que se diga. Perdonemos, no odiemos, amémonos, llevemos a la práctica el amor al prójimo. ¿Para qué abrazarnos, si puede haber algún problema, o la mano? La mente eso es más importante, internalizar ese pensamiento de amor y de fraternidad", concluyó.