Ciudad de México.- Un accidente con un camión cisterna de gas provocó una explosión de grandes proporciones la tarde del miércoles 10 de septiembre en la calzada Ignacio Zaragoza, a la altura del Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa. El saldo oficial reporta media docena de personas fallecidas y más de 90 lesionados, varios de ellos en estado crítico con quemaduras de gravedad.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, informó que el accidente ocurrió alrededor de las 14:20 horas cuando el vehículo de carga, con capacidad para 50 mil litros, se volcó y originó una fuga que derivó en una explosión e incendio instantáneos. El fuego se propagó con rapidez entre automovilistas y peatores atrapados en el tráfico habitual de la zona.
Ante la emergencia, vecinos de las colonias Lomas de Zaragoza y San Miguel Teotongo se convirtieron en quienes respondieron primero a la emergencia. Con cubetas de agua, extintores y mantas, auxiliaron a las víctimas que intentaban huir de las llamas, en una muestra espontánea de solidaridad ciudadana.
Entre las historias que emergieron destaca la de Alicia Matías Teodoro, una despachadora de 49 años que protegió con su cuerpo a su nieta de dos años, Azuleth. Ambas sufrieron quemaduras de gravedad y permanecen hospitalizadas. Un elemento de la Policía Bancaria e Industrial, Sergio Ángel Soriano, relató cómo trasladó a la menor en motocicleta hasta un centro médico para salvarle la vida.
COMUNICADOS: Tragedia en el Puente de la Concordia
Las diócesis de Iztapalapa, Azcapotzalco y Xochimilco; la arquidiócesis de México y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitieron sendos comunicados para expresar su cercanía con las víctimas. Invitaron a los fieles a mantenerse “unidos en la oración” y a sumarse a los esfuerzos de ayuda con “cada gesto solidario como signo del amor cristiano”.
Como pastores de la Iglesia de México, elevamos nuestras oraciones al Señor de la Vida por el eterno descanso de quienes han partido a la Casa del Padre, pedimos también por la pronta recuperación de los heridos; y queremos hacer llegar nuestra palabra de consuelo y esperanza a los hermanos que hoy sufren por la pérdida irreparable de sus seres queridos. Les acompañamos con la certeza de la fe en Cristo resucitado, que es consuelo en la tribulación y esperanza que no defrauda", escribieron los obispos.
El sacerdote Juan Botello, cuasi párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, templo ubicado a 700 metros del siniestro, compartió un video en redes sociales para encomendar a las víctimas y pedir por la pronta recuperación de los heridos.
Edson Alair Martínez, un repartidor en aplicación, se organizó con su familia para ofrecer traslados gratuitos en motocicleta a familiares de las víctimas que recorrían hospitales en busca de sus seres queridos. Su tía apoyó con su automóvil y su abuela preparó tortas para repartir entre los afectados. “Fue algo que nació de uno mismo, sin costo alguno”, declaró.
La explosión en el Puente de la Concordia expuso una vez más la vulnerabilidad de las grandes urbes ante accidentes de alto impacto, pero también la capacidad de respuesta y solidaridad de la comunidad ante la desgracia.