Ciudad de México.- Con un reiterado deseo porque el papa Francisco "se conserve sano y lleno de alegría", el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, presidió la traidional misa y recepción para celebrar un aniversario más de la elección del pontífice argentino.
El representante del pontífice en México presidió una celebración eucarística de acción de gracia en los jardines de la residencia de la embajada de la Santa Sede. Junto a los arzobispos de Monterrey y Morelia, Rogelio Cabrera y Carlos Garfias, respectivamente quienes además representan a la presidencia y vicepresidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). En la ceremonia concelebraron además una docena de obispos residenciales y auxiliares, sacerdotes y los obispos auxilaires electos para la Arquidiócesis de México.
El arzobispo Garfias se encargó de la homilía en la cual destacó la grave responsabilidad de la Iglesia católica en México en el proceso de construcción de paz; el nuncio Coppola retomó el mensaje y en su discurso previo al brindis corroboró el compromiso del Papa y de los obispos mexicanos en colaborar para erradicar la violencia y "recuperar la anhelada y merecida paz".
En su égloga sobre el papa Francisco, Coppola destacó la humildad del pontífice quien -aquel 13 de marzo de 2013- inició su ministerio petrino "inclinando la cabeza y pidiendo la bendición del pueblo". Coppola también recuperó las palabaras del cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ofreció en el séptimo aniversario de la elección de Francisco:
"Me alegro por las lecciones, especialmente como pastor: Prestar atención a los individuos en medio de grandes multitudes, mantener el contacto personal en medio de una gran organización, o burocracia eclesiástica, aceptar las propias limitaciones y la necesidad de tener colaboradores en medio de expectativas sobrehumanas, saber que eres un servidor".
Posteriormente tomó la palabra la subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, Diana Álvarez Maury, quien en nombre del gobierno de la República reconoció el "innegable liderazgo frente a la humanidad" del pontífice Bergoglio. Álvarez también elogió del Papa argentino el 'cambio de paradigma' sobre cómo se deben asumir los liderazgos ante los graves desafíos contemporáneos.
"Hablar del papa Francisco es hablar de una fuente de inspiración permanente", aseveró la funcionaria.
Coppola también aprovechó para presentar al nuevo elemento de la Nunciatura apostólica en México, el sacerdote Roberto Lucchini, quien después de su colaboración en la Secretaría de Estado y en el servicio diplomático de la Santa Sede para reestablecer el diálogo institucional con China, se incorpora a las funciones de la representación diplomática de la Santa Sede en México.