California, Estados Unidos.- El arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, José H. Gómez, hizo una disertación inaugural en la presentación del Vigésimotercer Congreso de Católicos y Vida Pública que se celebrará del 12 al 14 de noviembre próximos bajo el lema 'Corrección política: libertades en peligro'.
Gómez criticó a movimientos sociales 'alternativos' como la "cultura woke" y otras ideologías como las políticas identitarias por ser "peligrosos sustitutos de la verdadera religión"; y reconoció que, aunque "están alimentadas por intenciones nobles" en el fondo niegan a la persona humana y su plena dignidad trascendente por lo que "no pueden promover el auténtico florecimiento humano".
Por el contario, las "nuevas ideologías" lamentó el arzobispo "están provocando nuevas formas de división, discriminación e injusticia".
Estas formas de división e injusticia, advirtió Gómez se expresan en forma de secularización, descristianización y persecución a la identidad cristiana: "El espacio que la Iglesia y los cristianos creyentes pueden ocupar se está reduciendo, pues se los ve como una amenaza para las libertades y la seguridad de otros", lamentó.
Gómez aseguró que la pandemia de COVID-19 aceleró esta tendencia: "La tensión y el miedo causado por la pandemia y a raíz del aislamiento social se unieron", criticó.
El arzobispo incluso afirmó que este "sentimiento social" desató "nuevos movimientos de justicia social y política identitaria" (cultura woke); los cuales, en el fondo corren el peligro de ser considerados como pseudorreligiones, e incluso como reemplazos y rivales de las tradicionales: "Dan a la gente una explicación del mundo, junto con un significado, un propósito de vida y la sensación de pertenencia a una comunidad".
"Presentan, además, su propia historia de salvación -aclaró Gómez-. No podemos saber de dónde venimos, pero tenemos intereses comunes con quienes comparten nuestro color de piel o nuestra posición social. Este grupo está sufriendo sin tener culpa, pues somos víctimas de la opresión de otros. La liberación y redención vendrán a través de nuestra lucha constante contra los opresores. Este discurso es ciertamente poderoso y atractivo para muchos en Occidente. Y lo es porque ofrece explicaciones sencillas, pero también porque responde a necesidades y sufrimientos humanos reales".
"Todos queremos fomentar una sociedad en la que haya igualdad, libertad y dignidad para todas las personas; pero esto sólo es posible edificándolo sobre la base de la verdad sobre Dios y sobre la naturaleza humana", aclaró.
En su disertación también llamó a la Iglesia católica a dar respuesta a estas tentaciones sociales: "Necesitamos proclamar a Jesucristo, y hacerlo audazmente, con creatividad, narrando nuestra historia de salvación de una manera nueva. No hay que dejarnos intimidar, porque el Evangelio sigue siendo la fuerza más poderosa de cambio social".
Gómez insistió en que la Iglesia no debe permanecer pasiva ante la injusticia social: "La Iglesia debe transmitir un mensaje de humildad y realismo sobre la condición humana y su fragilidad. Por ello, sin buscar dañar o humillar o arruinar la subsistencia y la vida de las personas, la verdadera religión ofrece a todos un camino de redención".
(Información AlfayOmega)