Washington, EU.- Los obispos católicos de Estados Unidos condenaron las manfestaciones que culminaron con el asalto al Congreso que dejó la muerte de cuatro personas y una docena de ciudadanos heridos ayer 6 de enero durante lo que se esperaba fuera la certificación del triunfo de Joseph Biden como presidente.
A través de diversos mensajes, los obispos han solicitado al aún presidente Donald Trump que colabore en una transición pacífica de poderes para que el 20 de enero próximo, Biden pueda tomar en paz y con respeto a las instituciones democráticas norteamericanas la Casa Blanca.
El arzobispo José H. Gomez de Los Ángeles, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), emitió una declaración en respuesta a la violencia en el Capitolio de Estados Unidos:
“Me uno a las personas de buena voluntad para condenar la violencia de hoy en el Capitolio de Estados Unidos. Esto no es lo que somos los estadounidenses. Oro por los miembros del Congreso, el personal del Capitolio, por la policía y todos los que trabajan para restaurar el orden y la seguridad pública”.
Gómez recordó en su mensaje que la nación norteamericana tiene una tradición ininterrumpida de transición democrática: "La transición pacífica del poder es uno de los sellos que caracterizan a esta gran nación". Por ello, aseguró que el país vive "un momento preocupante" en el que todos los ciudadanos debe volver a comprometerse "con los valores y principios de nuestra democracia y unirnos como una nación bajo Dios".
Por su parte, el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, también se pronunció: "Nuestro Capitolio de los Estados Unidos es tierra sagrada y un lugar donde la gente en los últimos siglos se ha manifestado correctamente, representando una amplia variedad de opiniones. Los americanos debemos honrar el lugar donde las leyes y políticas de nuestra nación se debaten y deciden. Deberíamos sentirnos violados cuando el legado de libertad consagrado en ese edificio es irrespetado y profanado”.
Gregory pidió a sus conciudadanos: "Juntos, debemos pausar intencionalmente y rezar por la paz en este momento crítico. El tono divisorio que ha dominado recientemente nuestras conversaciones nacionales debe cambiar [...] aquellos que recurren a la retórica incendiaria deben aceptar alguna responsabilidad por incitar a la creciente violencia".
El arzobispo también reconoció que el pueblo norteamericano conserva aún valores democráticos "que respetan las opiniones de los demás, incluso cuando no estamos de acuerdo con ellas".
En este contexto, el alcalde de Washington ha extendido la emergencia pública por otras dos semanas, hasta el día después de la toma de posesión de Joe Biden. El Congreso de EE.UU., que retomó la sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso, ratificó la victoria del presidente electo, el demócrata Joe Biden, en las elecciones de noviembre. El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que presidía la sesión, declaró que esa ratificación debía considerarse "suficiente" para aceptar la elección de Biden y puso fin a la sesión que comenzó a primera hora de la tarde del miércoles y quedó interrumpida por el violento asalto al Capitolio de los seguidores del presidente Donald Trump. Después de que el Congreso ratificara la victoria electoral del mandatario electo Joe Biden, el presidente saliente estadounidense, Donald Trump, aceptó este jueves que su Presidencia será de un solo mandato y prometió, en un tweet publicado por su asesor Dan Scavino, una "transición ordenada", el 20 de enero.
Finalmente, el Consejo Mundial de Iglesias expresó su "seria y creciente preocupación" por los últimos acontecimientos en los Estados Unidos y las repercusiones internacionales del incidente: "La política populista divisiva de los últimos años ha desatado fuerzas que amenazan los fundamentos de la democracia en los Estados Unidos y -en la medida en que son un ejemplo para otros países- en el resto del mundo. Estos acontecimientos tienen implicaciones que van mucho más allá de la política doméstica americana", dijo el secretario interino del CMI, el reverendo Ian Sauca, quien apeló a los agitadores a "volver al diálogo civil" y a todas las partes a "un comportamiento responsable". "Rezamos para que todas las iglesias de América tengan la sabiduría y la fuerza para dar liderazgo al país en esta crisis y para ponerlo de nuevo en el camino de la paz, la reconciliación y la justicia", concluyó.